Quintana Roo.- En el Hanal Pixán o ‘comida de las animas’ nunca debe faltar el tradicional ÔÇÿPibÔÇÖ en los altares de muertos de la Península de Yucatán.
El ÔÇÿPibÔÇÖ es un tamal gigante, cubierto por hojas de plátano, con una costra de maíz crujiente en cuyo interior la carne de puerco o pollo, o una mezcla de ambas, con tomate, cebolla y “kool” (una especie de salsa espesa de tomate y achiote).
Sin embargo, ya se ofrecen variaciones como el Pib de jamón y queso, de lomitos vallisoletanos (carne de cerdo con salsa de tomate) y de castacán (corte de carne yucateco).
Según la tradición, las animas que salgan de sus sepulcros podrán degustar de un pedazo de manjar que disfrutaron en vida junto a sus familiares, para después regresar al ÔÇÿXibalbáÔÇÖ (mundo de los muertos).
El Pib es una delicia que muchas personas en la Península de Yucatán esperan con tantas ansias, junto con el famoso pan de muerto.