Por Elisa Rodríguez
CANCÚN, Q Roo.- La Encuesta Nacional de Salud Nutricional (Ensanut) ubica a Quintana Roo entre los primeros siete lugares de obesidad, con 37% de su población.
En este sentido, el estado registra una prevalencia de más de 35% de obesidad y sobrepeso en menores de 7 a 12 años.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en la entidad viven 381 mil 532 niños y niñas de 0 a 14 años, que representan el 29% de la población quintanarroense, de los cuales un alto índice presenta este tipo problemas de salud, ocupando a nivel nacional el lugar número 12 en esos padecimientos.
En Cancún, con más de 146 mil alumnos de educación básica, en 492 planteles educativos, 70% cuenta con “tienditas escolares o cooperativas”, con venta de una larga lista de productos con elevado contenido de hidratos de carbono y azucares, como son papas, chocolates salchichas fritas, empanadas, banderillas, chicharrones de harina, galletas, refrescos, hamburguesas, hot dogs, nuggets, hot cakes y hasta pizzas, pasando por los antojitos típicos de la región, como salbutes y panuchos, pese a que desde 2014, la Secretaría de Educación Pública (SEP) suspendió la venta de este tipo de alimentos.
Al respecto, el subsecretario de Educación en la Zona Norte, Carlos Gorocica Moreno, dio a conocer que alista un recorrido con autoridades de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), en las tiendas escolares de Benito Juárez para supervisar los alimentos que se expenden.
Comentó que preparan la impartición de cursos sobre la importancia de la alimentación para los responsables de esos establecimientos escolares.
Y es que la ingesta diaria de productos con elevado contenido de hidratos de carbono y azúcares en estudiantes de escuelas públicas y privadas, en niveles que van desde preescolar hasta medio superior, ha incidido directamente en que el municipio de Benito Juárez se encuentre en el primer lugar a nivel estatal con un alto índice de niños y adolescentes con sobrepeso y obesidad infantil, según la Asociación Mexicana de Diabetes en Cancún.
Al respecto, la SEP establece que las escuelas deberán organizarse con los padres de familia para definir responsablemente el expendio y distribución de alimentos y bebidas, de acuerdo con los criterios nutrimentales de requerimientos para el desayuno y el refrigerio de los educandos.
EL AZÚCAR, UNA DROGA
Mientras que la Confederación Nacional de Pediatría en México afirma que la principal droga para un niño es el azúcar y que el crecimiento de obesidad infantil es de 5% cada año, por lo que se prevé que esa cifra alcance 7% en las grandes ciudades.
Advierte que el azúcar genera más daño que el tabaco y el alcohol, por ello es importante legislar el tema de sobrepeso y elevarlo a delito grave, para que los padres de familia tengan mayor control en la alimentación de sus hijos.
Recomienda que, en el desayuno, los infantes deben ingerir verduras, cereal integral, leguminosa o un alimento de origen animal, fruta, leche descremada o entera, en el caso de los niños en edad preescolar y agua simple potable.
Si es un desayuno frío se sugiere leche descremada o semidescremada, cereal integral, fruta fresca o deshidratada, acompañada de semillas oleaginosas y en ambos casos el desayuno deberá ser de 325 calorías para los niños de preescolar y de 395 para los niños de primaria.
Una rebanada de pizza, por ejemplo, aporta 250 calorías; una empanada, 300 calorías; y una banderilla, 460 calorías, y si a eso se le suma un jugo, o una galleta, la dieta calórica queda rebasada