Sargazo podría usarse para la agroindustria
Sargazo podría usarse para la agroindustria

CANCÚN, Q. Roo.- El sargazo, que el año pasado afectó drásticamente el paisaje en las playas locales, puede ser utilizado como sustrato para la producción de hongos comestibles, concluyó un estudio científico encabezado por Alfonso Larqué Saavedra, investigador Nacional Emérito y de la Unidad de Recursos Naturales del CICY.

Con el propósito de proseguir con el modelo de producir alimentos sin dañar el medio ambiente, miembros del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) y el Colegio de Postgraduados (Colpos) en Puebla han demostrado que dicho sustrato del alga podría utilizarse para la obtención de hongos que pueden adquirirse en supermercados, como los champiñones, portobellos, setas, entre otros.

Descubrieron que la macroalga tiene los nutrientes necesarios para hacer sustratos.

Así, el problema ecológico que ha padecido el Caribe mexicano podría convertirse en una oportunidad.

“Durante la investigación pudimos demostrar una alta eficiencia, ya que encontramos que de una tonelada de materia seca de sargazo podían producirse alrededor de 800 kilos de hongos comestibles”, dijo Alfonso Larqué.

El científico, que inició el trabajo inquisitivo desde 2018, exhorta a los sectores gubernamental y empresarial a desarrollar agroindustrias a fin de aprovechar el material orgánico que llega a las playas a fin de potenciar la economía nacional.

A partir de este estudio se descubrió que la biomasa de sargazo tiene nutrientes que permiten el crecimiento de hongos comestibles, mismos que, asegura el investigador, son seguros para consumo en alimentos, además de poseer excelentes características nutricionales.

Según difundió la agencia internacional de noticias Efe, el experto indicó que ahora la tarea es compartir la información con el sector privado y las autoridades del estado de Quintana Roo para ver si es viable desarrollar esta agroindustria.

“Podemos capitalizar lo que la naturaleza nos está dando, porque lo más difícil y más costoso es la producción de biomasa y la biomasa (sargazo), pues, llegó a las costas mexicanas y ahora vamos a ver cómo sacamos provecho de todo eso”, expuso.

Larqué indicó que una vez completada las etapas de desarrollo y confirmación del cultivo en el sargazo de los hongos comestibles, con alto nivel proteínico y de vitaminas, ahora se puede escalar el proyecto.

“Hacerlo en dimensiones mayores para que se haga ÔÇÿin situÔÇÖ, es decir en Quintana Roo, que es donde está la biomasa y que nos den las facilidades para que pueda hacerse allá y no aquí en Mérida o en otra parte del país”.

VUELVE A EXPANDERSE

La superficie que abarca el sargazo en las costas del mar Caribe ha vuelto a incrementar este enero, luego de que en los últimos seis meses había disminuido paulatinamente, de acuerdo con el último reporte mensual de la Universidad Internacional de Florida.

Actualmente, el volumen de materia orgánica flotante comprende 344 kilómetros cuadrados, a diferencia de los 173 que abarcaba en diciembre de 2018.

El estudio, elaborado en conjunto con la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), indica que aquello que se encontraba flotando en alta mar hasta el pasado enero significa un aumento del 98% con respecto al mes previo.

El año pasado, la presencia del alga causó estragos significativos para la ecología y economía del estado; en julio, la masa que flotaba en el Caribe tuvo un pico máximo que abarcó unos dos mil 500 kilómetros cuadrados.

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