La divisa del poder
Por:
Adrián Trejo
Correo: engranev@yahoo.com.mx // Twtter: @adriantrejo

¿Cuánto tiempo sirve la información del sector energético o de telecomunicaciones antes de que caduque, es decir, que deje de funcionar como un producto?

La pregunta viene a cuento por la iniciativa que presentará Andrés Manuel López Obrador para que ningún servidor público pueda contratarse con una empresa del sector al que reguló hasta pasados 10 años después del término de su encargo.

Una locura.

En principio, porque hay informaciones que caducan al mes, sobre todo en sectores tan dinámicos como el energético o el de las telecomunicaciones.

¿Cuánto dura el valor de una información? Es tan subjetivo como la misma iniciativa.

¿Para cuáles niveles del escalafón se aplicará la veda de trabajo? Porque así como están las cosas en la 4T, no vaya a ser que el día de mañana el Gobierno publique que un trabajador de intendencia de la SCT en los tiempos de Salinas ahora hace lo mismo para Telcel y por eso hay que crucificarlo mediáticamente.

Pero el asunto más grave en este despropósito de poner una veda de ¡una década! para que un ex funcionario pueda contratarse con la iniciativa privada es que desconoce absolutamente lo que mandata el artículo 5┬║ de la Constitución.

A la letra señala en su primer párrafo:

“A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad sólo podrá vedarse por determinación judicial, cuando se ataquen los derechos de tercero o por resolución gubernativa, dictada en los términos que marque la ley, cuando se ofendan los derechos de la sociedad. Nadie puede ser privado del producto de su trabajo, sino por resolución judicialÔÇÖÔÇÖ.

López Obrador y su mosquetero Manuel Bartlett, desde su superior estado de ética, cuestionaron la “moralidadÔÇÖÔÇÖ de los 10 ex funcionarios del sector energético que luego trabajaron en empresas del ramo, pero no lograron demostrar su ilegalidad.

Hay además un hecho concreto que ambos funcionarios olvidaron, tal vez por las prisas: ninguno de los 10 mencionados en la conferencia del lunes trabajó en el sexenio de Enrique Peña y, por lo tanto, no participaron en la llamada reforma energética, a la que acusó de querer “desaparecerÔÇÖÔÇÖ a la Comisión Federal de Electricidad.

¿Entonces?

ÔÇóÔÇóÔÇó

Hay días malos y hay días tipo Esteban Moctezuma Barragán.

El hasta hoy secretario de Educación Pública fue pillado en una “aclaración oficialÔÇÖÔÇÖ, mediante la cual reconoce que no terminó la Licenciatura en Derecho y que “le faltan algunas materias por pagarÔÇÖÔÇÖ.

Sufrió entonces el embate de las “benditas redes socialesÔÇÖÔÇÖ que le recordaron no sólo sus dichos sobre la reforma educativa estilo AMLO ÔÇôque los estudiantes pueden copiar y que los profesores de inglés que impartirán la materia “no necesariamenteÔÇÖÔÇÖ tienen que dominar el idioma-, sino el caso de Fausto Alzati, fugaz secretario de Educación con Ernesto Zedillo.

Por 53 días, Alzati firmó en su carácter de secretario de Educación como “doctorÔÇÖÔÇÖ, sin tener el título en sus manos.

Cuando se descubrió el engaño, tuvo que renunciarÔǪ justo cuando Moctezuma Barragán era el secretario de Gobernación de Zedillo.

¿Qué harán en consecuencia el propio Moctezuma y López Obrador? Pendientes de la conferencia de hoy.

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