Por Eugenio Pacheco
CHETUMAL, Q. Roo.- Autoridades de México y Belice instalarán una mesa de negociaciones para buscar eliminar cobros, así como políticas aduaneras y migratorias que han disminuido el intercambio y comercio entre habitantes de San Pedro y Chetumal.
El cónsul honorario de ese país, Gilberto Montero Maldonado, dio a conocer que en los dos lados del puente marino que une a las localidades, existen algunas políticas que han provocado una reducción en la llegada de visitantes, sobre todo los que provienen de la isla beliceña para adquirir productos o utilizar servicios en la capital.
La propuesta y los acuerdos que se buscan en esos diálogos es la eliminación de los cobros que por impuestos migratorios se aplican en ambos puertos fronterizos, y mejorar la atención en temas de migración y aduana. Dijo que la gente de la ínsula es asidua a viajar para hacer sus compras de abarrotes, realizar negocios, así como utilizar los servicios médicos o de entretenimiento en Chetumal.
Sin embargo, existen diferentes obstáculos, entre ellos el cobro de poco mas de 580 pesos de parte del gobierno federal, como impuesto por cada persona que desembarca en el muelle fiscal, además de que no se cuenta en ese punto con un de revisión aduanal que les permita documentar sus adquisiciones y puedan trasladarlas a la isla; y en su caso, deben efectuar el trámite hasta Subteniente López.
La afluencia de turistas desde la ínsula de San Pedro a Chetumal es de poco más de 25 mil personas, pero en 2018, por estas dos problemáticas, el numero de viajeros disminuyó 5%, y sólo sostuvo números mayores a 20 mil por los europeos que se trasladan a la capital para abordar el vuelo hacia la Ciudad de México, o que buscan llegar al norte del estado.
En contra parte, los quintanarroenses enfrentan serios conflictos para ir hacia la llamada “isla bonita”, dado que las autoridades de ese lugar rechazan aceptar los permisos migratorios de hasta tres días que el consulado local otorga; el argumento para no aceptarlos es que esas autorizaciones son para el internamiento terrestre y no marino.
Además, en el puerto beliceño se cobra 40 dólares locales, unos 350 pesos, para que los mexicanos puedan abordar cualquier barco que salga de ese sitio, lo que se compara con el impuesto del lado mexicano.
De acuerdo con el cónsul Montero Maldonado, el arribo de turistas ha bajado al menos un 10% respecto a los 8 mil mexicanos que viajan hacia ese lugar, aunque el numero de extranjeros en los cruces se mantiene, toda vez que estos visitantes usan sus pasaportes y no permisos provisionales, que son los que no aceptan en Belice.