Por Eugenio Pacheco
CHETUMAL, Q. Roo.- Las reglas de operación de subsidios para adquirir vivienda, aprobadas por la Federación y el estado, fomentan que los desarrolladores construyan casas muy pequeñas, aseguró la presidenta local de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Alicia Cervantes Castillo.
La normatividad señala que podrán adquirirse casas de hasta 41 metros cuadrados como mínimo, y si bien se trata de habitaciones extremadamente pequeñas, son las que se cotizan a precios al alcance de los créditos bajos que los organismos públicos ofrecen y entregan a sus beneficiarios.
Además, las subvenciones que varían de acuerdo al salario y cotización del trabajador, solo se conceden y aprueban cuando se dirige a la adquisición de viviendas nuevas, principalmente; cuando son casas compradas a terceros no aplican los subsidios.
Los créditos autorizados para la mayoría de los trabajadores son en promedio de entre 350 y 400 mil pesos.
Esa cifra solo alcanza para casas nuevas de constructoras y con dimensiones que por lo regular no rebasan o apenas alcanza los 41 metros cuadrados, para venderse en 413 mil pesos, como precio promedio, aunque en la zona norte, por su situación turística, el precio incrementa, dependiendo de la ciudad y el área donde se ubique.
“Las reglas de operación que emiten las autoridades federales y estatales abonan a que se compren y vendan casas pequeñas, sobre todo los desarrolladores o constructoras, a quienes está dirigido el subsidio, si la vivienda que quiere comprar tiene menos de 41 metros, el beneficio no aplica, deben tener 41 metros cuadrados, sin que se especifique la distribución”, explicó.
Las personas no tienen opción de comprar residencias con mejores o mayores dimensiones porque sus créditos son muy bajos, solo tienen opción de ampliar con el tiempo, y si pueden lograr una mejor situación económica, lamentó la representante inmobiliaria.
Cervantes Castillo adelanto que, en este mismo mes, se reunirán con las autoridades de la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable, para revisar la ley inmobiliaria y poder realizar las propuestas que se consideren necesarias para mejorarla, sobre todo en cuanto a mejorar las dimensiones, a favor de los compradores de vivienda de interés social.
Con ello, también se busca en lo posible evitar el hacinamiento en la que viven las familias, al solo poder adquirir casas con dimensiones limitadas, que no son un buen entorno en cuando a la calidad de vida.
ANTECEDENTES
Desde agosto de 2018 se publicó en el Periódico Oficial del Estado la polémica Ley de Acciones Urbanísticas de Quintana Roo, con la que se autoriza a las desarrolladoras y empresas constructoras a que hagan casas de menor tamaño, en las categorías de interés social, media y residencial.
Esta nueva normativa fue publicada como parte del Decreto número 194, que también incluye a la Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano del Estado de Quintana Roo, así como las reformas a la Ley de Vivienda, Ley de Equilibrio Ecológico y la Protección del Ambiente, la Ley de Propiedad de Condominio de Inmuebles y la Ley de Expropiación.
Esta legislación causó polémica entre diversos sectores, como fue el caso del Colegio de Biólogos de Quintana Roo, que la rechazó por contener un espíritu privatizador, porque se favorece a las desarrolladoras y empresas constructoras, pero sin garantizar las mejores condiciones de vivienda digna y además contribuye al problema de hacinamiento en los hogares.