Por Ricardo Hernández
CANCÚN, Q. Roo.- Hay un municipio en Quintana Roo con vulnerabilidad alta al cambio climático, alertó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en su más reciente Estudio Diagnóstico del Derecho al Medio Ambiente Sano 2018.

“En México, 13 entidades comprenden municipios clasificados con vulnerabilidad alta y muy alta ante el cambio climático; la mayoría de se ubican en la región sur y sureste del país y son, en general, catalogados entre los de mayores niveles de pobreza y rezago social”, se puede leer en el documento.

El estado más susceptible es Chiapas, pues siete de cada diez de sus municipios se considera vulnerable.

El objetivo del estudio es efectuar un diagnóstico en materia del derecho al medio ambiente sano, que permita entender el grado de avance en el cumplimiento pleno del derecho social de los individuos respecto de la obligación del Estado de garantizar su disfrute.

El organismo recuerda en este documento que el párrafo tercero del Artículo 1 Constitucional señala que todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, entre ellos, el de un medio ambiente sano.

Otra de las alertas que hace el Coneval para Quintana Roo está relacionada con la cobertura de tratamiento de aguas residuales, pues en 2016 alcanzó aproximadamente un 52%, lo cual está por debajo de la media nacional, que es de 58.2%.

México es uno de los países más susceptibles ante el cambio climático, debido a su ubicación geográfica entre dos océanos, latitud y relieve, lo que lo expone a fenómenos climáticos, así como a sus características sociales, en particular la vulnerabilidad social acentuada por la pobreza, según el INEEC.

Sin embargo, estos son los dos únicos indicadores en que Quintana Roo sale mal librado, pues en las demás mediciones alcanza buenos puntajes.

En cuanto a la cobertura de agua potable, el estado alcanzó un 97.3%, por arriba, incluso, de la media nacional, que es de 94.4%.

La población más expuesta a este fenómeno es la que vive en condiciones de marginación y sin servicios básicos, ya que carece de recursos materiales, económicos y culturales para hacer frente a los desastres derivados de inundaciones o sequías. Por lo tanto, debe considerarse al cambio climático como un grave obstáculo en la lucha contra la pobreza e incluso podría aumentar la brecha de la desigualdad entre ciudades de un mismo país o naciones en vías de desarrollo y las desarrolladas.

La entidad también sobresale entre las que dotan de agua entubada a las poblaciones indígenas, pues solo el 2% de estas no cuentan con el servicio.

Solo hay 12 estados con un suministro mayor a los 300 litros de agua al día por habitante, que es el índice que garantiza que no hay una crisis en el suministro. Quintana Roo está en la lista, pues alcanzó a suministrar esa misma cantidad para sus habitantes en 2016.

Los fenómenos hidrometeorológicos se han intensificado, aumentando el impacto económico; de 1980 a 1999 el costo promedio anual de estos desastres era de 730 millones de pesos, esta cifra pasó a 21,950 millones en el período del 2000 al 2012.

Por otro lado, se informa que el agua llega diariamente a 97.1% de las tomas domiciliarias de la entidad y solo en el 2.5% llega de tres a seis veces por semana.

El 7.4% de las viviendas particulares habitadas por población indígena no dispone de drenaje; mientras que sólo el 3.1% de las casas de personas no indígenas no cuenta con ello.

La calidad del agua en la Península de Yucatán, informa el Coneval, es de las mejores del país, sólo superada por la región de la Frontera Sur y las Cuencas Centrales del Norte.

Otro de los buenos indicadores es que los recursos hídricos de la Península de Yucatán cuentan con un grado de presión bajo, pues el consumo del agua es poco significativo en comparación con la disponibilidad natural del recurso en la región.

Indicadores nacionales de la calidad de vida

A nivel nacional, en cuanto al acceso físico al agua para consumo humano, el organismo informa que en 2015, el 94.4%de población dispuso de agua entubada en su vivienda. Entre localidades urbanas y rurales, la cobertura de este servicio fue de 97.2 y 85%, respectivamente.

En 2017, a nivel país, en las viviendas que contaban con toma domiciliaria con conexión a la red pública de agua, 73% tenían agua todos los días; 13.9%, de seis a tres veces por semana; y 13.1% dos veces o menos por semana.

A lo anterior se agrega que, si bien, en 2016, 97.3% del agua suministrada para con sumo humano se desinfectó a nivel nacional, 70.8% de los hogares compraron agua embotellada para beber por no confiar en la red pública.

En cuanto a la accesibilidad de los servicios de drenaje, en 2015, en el ámbito nacional, la cobertura fue de 91.4%.

En las principales ciudades y zonas metropolitanas (ZM) del país, los altos niveles de contaminantes en el aire disminuyen la calidad de vida, lo que se ha convertido en un problema de salud pública. En 2016, más de 31 mil muertes fueron atribuibles a la contaminación, es decir, 4.7% del total de muertes en ese año.

Riesgos para la población indígena

Uno de los peligros para la población indígena se desprende de respirar los contaminantes de la leña o carbón con los que cocinan.

En Quintana Roo, en el 28.8% de las viviendas indígenas cocinan con estos recursos, lo cual indica que hay aproximadamente 35 mil 486 indígenas en el estado afectados por respirar dichos contaminantes.

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