La divisa del poder
Por: Adrián Trejo
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Muy sueltos andan los asuntos laborales en el país.
Las huelgas de las Universidades de Chapingo y la Autónoma Metropolitana son casos que no se veían desde hace años.
Si a esos dos movimientos le sumamos lo que ocurrió en Matamoros, que provocó la salida de tres acereras más otros conflictos que involucran a empresas y sindicatos menores, se configura un escenario de crisis.
Hay casos, como la disputa por la titularidad del contrato colectivo de trabajo del Sindicato de Trabajadores de la Construcción, Similares y Conexos, presuntamente arrebatada por Fernando Salgado Delgado, secretario general sustituto de la CTM, que pese a las demandas en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje no se han solucionado.
Este asunto comenzó en julio de 2017, cuando Salgado Delgado simuló una asamblea en la que supuestamente la mayoría de los trabajadores le dio la representatividad.
Sin embargo, la hasta entonces lideresa, Laura Angélica Hernández, impugnó legalmente los documentos presentados por el cetemista argumentando que falsificó varias firmas.
El asunto incluso está en manos de la Procuraduría General de Justicia de la CDMX.
Pero es sólo un botón de muestra.
La Universidad Autónoma Metropolitana tiene ¡dos meses! en huelga debido a que el sindicato demanda un incremento salarial de 20% -como el que se otorgó en Matamoros al sindicato de maquiladoras- y la rectoría asegura que sólo puede conceder 3.5% directo al salario y 3% en retabulación.
Chapingo, por su parte, inició la huelga el 21 de febrero pasado sin que haya un acercamiento entre las partes; los trabajadores bloquearon ayer el cruce de Reforma e Insurgentes y los accesos al Senado, pero fueron desalojados de manera violenta por los integrantes de los 400 Pueblos, que han hecho de ese cruce su mina.
El asunto es que los dos sindicatos han sido asesorados por Arturo Alcalde Justiniani, padre de la secretaria de Trabajo, Luisa María Alcalde, quien ha defendido a su progenitor de acusaciones sobre conflicto de interés.
Vale decir que Arturo Alcalde no comparece como defensor de los trabajadores en ambos casos, pero el despacho con el que trabaja es el que lleva las dos huelgas.
Conflicto o no, el clima laboral en el país, que fue uno de los atractivos para la inversión privada en México con Calderón y Peña, se oscureció.
¿De quién es la responsabilidad?
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Ante el aviso de que las llamadas Zonas Económicas Especiales (ZEE) serían “adecuadasÔÇÖÔÇÖ por el actual Gobierno ÔÇôléase desaparecidas-, el presidente de la Conago, Alejandro Moreno, anunció que gestionará ante el Presidente la permanencia y consolidación de ese modelo de crecimiento.
El gobernador de Campeche aseguró que los mandatarios de los estados en los que hay ZEE están convencidos que permitirían detonar su potencial energético, industrial, comercial y turístico.
En caso de Campeche, Moreno dijo que el proyecto significaría para la entidad crear más de 50 mil empleos, invertir más de tres mil 600 millones de dólares y establecer 39 empresas anclas en los polígonos de Carmen y Seybaplaya en los sectores energético, industrial, comercial y turístico.
Suerte con la gestión.
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Parece concurso de disparates.
La diputada local de la CDMX, Teresa Ramos, del Verde Ecologista, propuso retirar las estatuas de Colón y Cortés que haya en la capital, así como renombrar las calles que lleven los nombres del descubridor y el conquistador de América.
Apueste a que será la única iniciativa que presentará en tres años. Ya tiene sus cinco minutos de fama.