MANCHESTER.- El Barcelona puso un pie en las semifinales de la Champions League ganando en el Teatro de los Sueños a un Manchester United que sin bajar nunca los brazos se rindió a la evidencia. Al cuarto de hora un majestuoso centro de Messi lo cabeceó Luis Suárez y lo desvió a la red Shaw y a partir de ahí, la rabia de los diablos rojos fue domesticada por un Bar├ºa que no precisó de su imagen más brillante para lograr la primera victoria de su historia en Old Trafford.
Apareció impetuoso en el césped el Manchester United pero le rebajó rápido los humos el equipo azulgrana, adueñándose del balón y combinándolo con calma y solvencia ante el desespero de un rival agotado en perseguir la pelota. Y que recibió el 0-1 como un auténtico mazazo. El gol, por si mismo, mostró la diferencia entre los unos y los otros. A la carrera, con ilusión pero sin un plan, los diablos rojos; calmados y firmes los barcelonistas. ¿Resultado? El gol llegó como colofón a una jugada con 48 pases…
Se coló Messi por la banda en el área, en una de las contadas ocasiones que pudo dirigir con soltura, y su centro al segundo palo lo remató de cabeza Luis Suárez… Para desviarlo fatalmente Shaw y batir a un De Gea desesperado e impotente. Del 0-1 al descanso el partido fue poco menos que un monólogo del Bar├ºa, que pudo ampliar ventaja en un remate raso de Coutinho que salvó con el pie el meta español y al que solo respondió el ManUnited con balones colgados desde las bandas, provocando más griterío que peligro real.
AL FRENTE
Pareció verse tan superior el Bar├ºa que reapareció tras el descanso con el semblante distinto. O pudiera ser que el Manchester decidió dar un paso al frente. O, más posiblemente, una combinación de ambas que sin llevar el partido a ese descontrol que tanto temía Valverde sí dio la sensación de igualarlo.
Viendo el cambio de escenario decidió el entrenador cambiar el dibujo con la entrada de Sergi Roberto y Vidal por los cansados Arthur y Coutinho, se rearmó el Barcelona en el centro del campo y esa electricidad que pareció encenderse en Old Trafford fue apagándose.
El Manchester United es un gran club pero fue un mayúsculo equipo, que ya no es. Mantiene la épica y la leyenda pero en el campo, como le ocurrió ante el PSG, se muestra como un equipo menor. Al Bar├ºa no le ocupó demasiado imponer su personalidad y a la quinta visita conquistó su primera victoria.
Una victoria que debería ser definitiva para pensar en las semifinales. Por fútbol, desde luego, no hubo color.
Con información de ESPN México.