CDMX.- Un hecho inesperado sucedió en el Burnley-Cardiff City, donde el delantero Ashley Barnes y Joe Bennett se enfrascaron en una disputa por el esférico casi al terminar la primera parte. En la “contienda”, el jugador local decidió dejarle un recuerdo a su rival al plantarle un beso en la nariz.

Tras esta acción, el polémico árbitro central Michael Dean decidió amonestar al jugador del Burnley.

El cuadro local se impuso 2-0 al Cardiff y, con ello, logró asegurar su permanencia en la Premier League.

Los goles del encuentro fueron obra de Chris Wood.

Este sábado, se conmemora el Día Internacional del Beso.

Con información de Excelsior

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