Por Geovanny Zapata
CHETUMAL, Q. Roo.- Aunado al problema turístico que representa el sargazo en las costas de Quintana Roo, especialistas advierten que podrían surgir riesgos ambientales más graves, si no se le da un tratamiento adecuado en tierra firme.
La Bióloga Marina María Angélica González Vera comentó que el proceso nocivo para el medio ambiente causado por el alga inicia desde el mar y continúa hasta las costas de la entidad.
Lamentó que muchos especialistas y funcionarios públicos sean escépticos cuando se habla sobre las posibles contrariedades que presenta el calentamiento global a la tierra.
“Hay muchos escépticos que dicen que eso no existe, pero el cambio climático está y esto es una prueba más, está afectando toda la cadena atrófica en el mar”, expuso.
El calentamiento global es el aumento observado en más de un siglo de la temperatura del sistema climático de la Tierra y sus efectos.
Múltiples líneas de pruebas científicas demuestran que el sistema climático se está calentando. Muchos de los cambios observados desde 1950 no tienen precedentes en el registro instrumental de temperaturas que se extiende a mediados del siglo XIX, ni en los registros proxy paleoclimáticos que cubren miles de años, explicó.
La variación en la temperatura ha causado innumerables complicaciones que ya son visibles, tales como las sequías, huracanes con mayor fuerza, el derretimiento de los glaseares y ahora la sobre nutrición de los mares por el escurrimiento de tierra en zonas de Sudamérica, lo que propicia el crecimiento desmedido del sargazo.
Precisó que la deforestación de selvas en aquél lugar propicia que los nutrientes de la tierra que son ajenos al suelo marino provoquen esa sobre nutrición que permite el crecimiento de la macroalga, que es arrastrada por las corrientes.
“Incoherentemente en esos lugares no tienen problemas de sargazo. ¿Qué pasa con los peces, con los moluscos, qué pasa con el resto de fanerógamas u más bien otras algas marinas?
Este crecimiento masivo las está afectando, los peces se están muriendo”, indicó. Este deceso es por el almacenamiento en grandes cantidades o toneladas de sargazo, las cuales mueren, se pudren y tiene el conocido proceso de descomposición. “Se generan gases como en todo proceso”.
Destacó tres puntos importantes del recale excesivo: primero, estéticamente el agua se pone marrón; segundo, hay mal olor; y tercero, que todo organismo que se encuentre debajo de esa columna de agua muere por falta de oxígeno. Aseguró que esto realmente es un problema ambiental muy grave.
DESCOMPOSICIÓN EN TIERRA FIRME
En tierra firme, todos los días se crean montañas de sargazo que son extraídos del agua para que no moleste a los turistas, pero que son depositados en terrenos baldíos.
Angélica González Vera precisó que finalmente el sargazo es un residuo sólido y, aunque es biológico, se descompone por el tipo de componentes que tiene, que al final genera cierto lixiviado que se introduce en el manto freático.
“Puede contaminar la laguna arrecifal, si estamos hablando de Mahahual, o al mar como tal, o a las lagunas interiores, o nuestros pozos de agua; entonces, efectivamente sí representa una problemática”.
“No te ocasiona ninguna urticaria, ningún problema cuando el sargazo está vivo, ahorita la cuestión es la cantidad, una vez que se empieza a podrir emite cierto gas y representa un serio problema tanto en tierra como en mar”, insistió.
DESINTERÉS EN EL TEMA
Las toneladas que se recolectan todos los días deberían depositarse en lugares adecuados, antes de convertirse en arena.
Víctor Alcérreca Sánchez, director general del Consejo Quintanarroense de Ciencia y Tecnología (Coqcyt), comentó que el sargazo requiere de lugares adecuados, esto debido a los problemas que puede presentar para el manto freático, ya que al estar húmedo y descomponerse, genera lixiviados.
“Sigue descomponiéndose aún llegado a la playa, produce lixiviados y estos al final de cuentas, si no tienen las condiciones apropiadas, se van a ir al manto freático y al final dañará la calidad del agua que usamos”. Dijo que la laguna arrecifal se ve comprometida, lo que podría presentar serios problemas para la salud pública.
En el 2018, el Consejo Quintanarroense de Ciencia y Tecnología emitió una convocatoria con el Conacyt para recibir propuestas a fin de dar uso al sargazo, pero fue declarada desierta. Este año se busca abrir una nueva convocatoria, pero el órgano nacional no ha demostrado interés en el tema.
“Nosotros hemos insistido desde octubre pasado ante el Conacyt para realizar una segunda convocatoria en los mismos términos, porque el problema no ha cambiado sensiblemente ni ha tenido soluciones apropiadas; en consecuencia, no hemos encontrado el eco suficiente con Conacyt”, destacó Alcérreca Sánchez.