Por Toni Salmeron
CANCÚN, Q. Roo.- De acuerdo con un informe de la Earth University sobre la crisis provocada por el arribo masivo de sargazo en la zona del Caribe Mexicano, se deben emitir resultados inmediatos, ya que están en riesgo ecosistemas únicos que sustentan la vida y la economía de la región.

El instituto aborda los temas y tendencias que definen el futuro del sector turístico, por lo que de forma periódica analiza con rigor una problemática de la industria, con información precisa y actualizada para orientar a los líderes del ramo en su toma de decisiones.

Refiere que se necesita la contribución de todos, pues la magnitud del problema implica que cada quien cuenta con recursos valiosos, ya sea el Gobierno con su capacidad técnica y económica, el sector privado con su experiencia de gestión, la academia con sus conocimientos científicos y tecnológicos, y la sociedad civil con su autoridad moral y poder de movilización.

“Ya que estamos ante un fenómeno complejo para el que no existe una única solución. Pero sobre todo, hay que asumir que nos enfrentamos a una situación que será recurrente, por lo que debemos planificar y presupuestar la respuesta con antelación”, destaca la Earth University.

“Es necesario todo el ingenio, creatividad y capacidad de organización para enfrentarlo, en definitiva, el sargazo sólo nos está poniendo a prueba, es el primer aviso”, añade.

Earth University fue fundada en 1986 como una institución internacional privada, sin fines de lucro, y creada gracias al apoyo del Gobierno de Costa Rica, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y la Fundación W.K. Kellogg.

INFORME

El sargazo es una macroalga propia de aguas templadas y tropicales. Aunque existen más de 300 variedades, los recales que arriban a las costas se componen de S. fluitans y S. natans, dos especies que cuentan con unas vejigas llenas de gas que les permiten flotar.

Se reproducen constantemente a partir de la fragmentación de los individuos existentes.

Ambas especies conforman manchas sobre el océano que flotan a la deriva arrastradas por las corrientes. Estas masas funcionan como auténticas selvas marinas, pues sostienen una gran diversidad de invertebrados, crustáceos, peces y mamíferos marinos.

Cumplen un papel clave para el equilibrio del clima global, al capturar importantes cantidades de CO2.

El Mar de los Sargazos, en el Atlántico Norte, es su principal hábitat, pero, paradójicamente, está amenazado por la sobrepesca, la intensidad del tráfico marítimo y la contaminación de las aguas con residuos plásticos.

El desarrollo sin planificación en las costas del Caribe también genera residuos que acaban en el mar, aportando más nutrientes para la proliferación de dicha planta.

En todo el mundo se están produciendo catástrofes de este tipo: el aumento en la temperatura del mar por el cambio climático y la contaminación con fertilizantes y materia orgánica, ocasionan el crecimiento descontrolado de las algas y el fitoplancton, con efectos similares a los del sargazo en el Caribe.

Además, cuando mueren, su descomposición agota el oxígeno del agua, acabando con toda la vida marina.

A nivel mundial, existen unas 400 áreas muertas: lagos y litorales donde los niveles de oxígeno son tan bajos que las plantas y animales acuáticos no pueden sobrevivir.

INÉDITO

Con respecto a si es un fenómeno estacional o permanente, el informe de la Earth University establece que, desde la aparición del sargazo en el Caribe en 2011, éste adquiría su máxima intensidad entre mayo y agosto para diluirse a continuación.

Sin embargo, en 2018 se alteró este patrón, pues desde enero se detectaron masas inusualmente grandes en el Atlántico que, a inicios de la primavera, azotaban las Antillas, y desde junio las costas de Quintana Roo.

Este brote no amainó hasta noviembre y desapareció en diciembre. En 2019 los datos apuntan a una situación similar a la del año anterior. Si este nuevo patrón se confirma, a partir de ahora el sargazo podría arribar masivamente a lo largo de todo el año de forma intermitente, agravando aún más su impacto.

El referido estudio hace mención a una posible catástrofe ambiental; las invasiones masivas de sargazo inician una cadena de efectos que dañan el Gran Arrecife Maya y el resto de ecosistemas litorales, como manglares y praderas marinas. Si el fenómeno se repite de forma recurrente, el daño a los ecosistemas será permanente.

AÚN SIN SECUELAS

Un dato alentador que manifiesta dicha investigación es que el efecto de la macroalga sobre la actividad turística todavía es incierto, pues a pesar de su carácter recurrente y de la virulencia de los episodios de 2015 y 2018, el número de visitantes no ha dejado de crecer.

De momento, el impacto no es comparable al de un huracán, como se aprecia en las cifras de turistas en los destinos afectados por el ciclón “María”.

En Quintana Roo tampoco se detecta una relación directa entre los arribos de sargazo y un descenso en el número de vacacionistas. Pero en caso de que se produjera, habría que considerar también otros factores como la inseguridad o la competencia de otros destinos.

CONTRASTE

El desarrollo turístico del Caribe se ha basado en el modelo de sol y playa, que aprovecha la belleza de sus playas de arena blanca y aguas cristalinas de tonalidad turquesa.

Sin embargo, la presencia masiva del alga arruina ese paisaje y las expectativas del turista, que difunde su experiencia a través de foros y redes sociales.

En tal escenario, ninguna campaña de promoción puede contrarrestar la pérdida de reputación del destino.

En el apartado de mitigación, disposición final y adaptación del sargado, se hace una advertencia: El arribo masivo de sargazo a las costas del Caribe es un fenómeno irreversible derivado del cambio climático, por lo que la respuesta debe combinar medidas que minimicen los daños inmediatos, con planes de adaptación para garantizar en el largo plazo la supervivencia de los ecosistemas y la continuidad de la actividad turística.

La experiencia de otros países que lidian con fenómenos similares indica que la estrategia óptima reside en la valorización del alga, pues de este modo se financia la recogida del sargazo y se reduce el volumen de residuos.

NO SOLO ES MÉXICO.

Toda la cuenca del Caribe está prácticamente afectada por el sargazo, revela un informe de la Universidad del Sur de Florida.

De acuerdo con el reporte, hasta abril de este año, el alga cubre un área que va desde la costa este de Florida, en Estados Unidos, hasta Martinica, Barbados y Trinidad de Tobago.

En abril de 2019, se encontraron grandes cantidades de Sargassum en casi todo el Caribe, excepto aguas costeras a lo largo de Venezuela y Colombia, detalla la publicación.

Ante la emergencia, el Gobierno de Quintana Roo, a través de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA), convocó a una cumbre regional sobre el tema para el próximo 27 de junio en Cancún.

La dependencia informó que hasta el momento se ha confirmado la asistencia de 25 países, entre ellos Estados Unidos, República Dominicana, Honduras, Nicaragua, Guatemala y Panamá, así como representantes de los 15 Estados miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom).

Según especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desde 2018 han aparecido muertos en las costas del Caribe mexicano ejemplares de 72 especies, principalmente peces, además de crustáceos y otros animales, a causa del sargazo.

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