Por Toni Salmeron
CANCÚN, Q. Roo.- El efecto del sargazo en la actividad turística en el Caribe Mexicano aún es incierto a pesar de su carácter recurrente, sobre el número de visitantes que no ha dejado de crecer, como es el caso de Quintana Roo, donde tampoco se ha detectado una relación directa entre los arribos y un descenso en el número de visitantes.

Así lo establece el estudio de la Universidad Earth, en su edición de mayo de este año. Dicta que a pesar del comportamiento virulento en los años 2015 y 2018, el alga no ha afectado el número de viajantes al Caribe, que no ha dejado de crecer. De momento, el impacto no es comparable al de un huracán, como por ejemplo el del huracán María .

En el informe, compuesto por siete monografías con fotografías, un mapa y gráficas, se precisa que en Quintana Roo tampoco se detecta una relación directa entre los arribos de sargazo y un descenso en el número de visitantes. Pero en caso de que se produjera, habría que considerar también otros factores como mayor seguridad o la competencia de otros destinos.

ASPECTOS A CONSIDERAR

Hasta ahora, el turismo en el Caribe ha resistido la llegada de la macroalga. Sin embargo, si como parece más probable los recales se intensifican, la actividad puede entrar en crisis por la afectación a la imagen de los destinos caribeños.

A partir de imágenes satelitales y modelos numéricos es posible rastrear los volúmenes de sargazo en el mar y prever su evolución. De este modo, se estima que entre mayo y junio los recales serán muy superiores a los de 2015 y comparables a los de 2018. De hecho, el acumulado en el mar en junio del año pasado cubriría completamente el estado de Tlaxcala.

El arribo masivo a las costas del Caribe es un fenómeno derivado del cambio climático, por lo que la respuesta debe combinar medidas de mitigación que minimicen los daños inmediatos, con estrategias de adaptación para garantizar en el largo plazo la supervivencia de los ecosistemas y la continuidad de la actividad turística.

La experiencia de otros países que lidian con fenómenos similares indica que la estrategia óptima de adaptación reside en la valorización del alga, pues de este modo se financia la recolección y se reduce el volumen de residuos.

REMOCIÓN EN LAS PLAYAS

La acción básica de mitigación consiste en remover el sargazo que llega a las playas. Pero la utilización de maquinaria pesada tendría un gran impacto ambiental, pues afecta la reproducción de las tortugas y a la flora y fauna propia de playas y dunas, al tiempo que agudiza la erosión ya que se remueven grandes volúmenes de arena.

Por ello se prioriza la recogida manual en dunas, zonas de anidación de tortugas y áreas de playa seca o con pendiente, y solo se autoriza el uso de maquinaria ligera donde rompe la ola.

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