Cancún.- Sergio González Rubiera, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV), confirmó que en el Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC), se registran “apagones” continuos que trata de minimizar el Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), operador de la terminal.
Trabajadores del aeropuerto dieron a conocer que desde hace ya varias semanas se registran apagones de diferente duración en la terminal, sin que se haya informado si se trata de fallas atribuibles a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) o a Asur, por no garantizar el suministro con equipos propios. “Lo que sea, lo tienen que resolver”, manifestó.
El dirigente explicó que los “apagones” causan problemas en el proceso de ingreso de visitantes, principalmente de los extranjeros, quienes a su llegada deben pasar filtros de Migración y Aduana, pero “es algo que Asur no nos dice, se queja de falta de personal (de Migración), pero no nos dice que no pueden controlar los fallos en el suministro eléctrico. Eso lo minimiza”.
González Rubiera dijo que, como miembro del consejo consultivo del aeropuerto, que se reúne cada año en diciembre, le consta que Asur presenta cifras y estadísticas, pero siempre culpa a Migración por los problemas para el ingreso de turistas, a Aduana o Policía Federal, “y hay casos que le son imputables”.
De hecho, comentó que en Migración ya no hay problema para el ingreso de turistas extranjeros, a diferencia de la Aduana, donde los centroamericanos deben someterse a revisiones de equipaje.
“Con el resto de los mercados no hay problemas ni largos tiempos de espera”, expresó.
Si bien reconoció que Asur ha hecho grandes inversiones para mejorar la “experiencia de salida”, que ya es como la de un aeropuerto de primer mundo, con filtros rápidos, máquinas de seguridad modernas, suficientes mostradores para documentar y pasillos anchos para transitar, que lo hacen un “super aeropuerto”, la “experiencia de llegada” sigue siendo lamentable: la gente no tiene dónde recoger a amigos y familiares, tiene que estar en la calle, y hay problemas en los filtros.
En términos generales es un buen aeropuerto, que andaría arriba de un 8.5, quizá 9, considerando a otras terminales, pues es bueno, amplio, cómodo, pero si lo sectorizamos por áreas, si hablamos de la “experiencia de llegada”, andaría en 6 de calificación porque es necesario mejorar, explicó.
Por otro lado, se refirió a las protestas de los taxistas contra las plataformas como Uber y Cabify y dijo que es lamentable que en este país los taxistas, sus sindicatos y líderes sigan pensando que no debe haber competencia.
Uno de sus argumentos contra las plataformas es que esos choferes no pagan concesión y piden piso parejo, entendiendo que el ciudadano tiene que sacrificar comodidad, tarifas, conveniencia, seguridad.
“Es una manera de pensar de las cavernas, cuando estamos en una nueva era en la que la tendencia es hacia la desregulación”.
El gobierno no debe pensar en regular y poner reglas, distintivos, sellos certificaciones. Su función es poner las condiciones para que los ciudadanos y empresarios tengan un entorno más favorable, más competitivo y puedan trabajar bien. Los taxistas quieren que regulen a otros cuando el mundo lo que está haciendo es desregular y hacer la vida más cómoda al ciudadano.
Con información de INFOQROO