CHETUMAL, Q. Roo.ÔÇö Jaime Valenzuela, presidente del Capítulo de Quintana Roo de Tauromaquia Mexicana, pidió respeto para costumbres y tradiciones, como las corridas de toros, que forman parte de los festejos de las comunidades desde antes de la llegada de quienes vinieron en años recientes atraídos por las bellezas del Estado.
Es importante cuidar esto porque es México y es Quintana Roo. Se trata de costumbres protegidas por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI). Además, es una actividad que genera una gran cantidad de empleos.
Por su parte, Flor Tapia Pastrana, presidenta de Opus Magnum, dijo que la iniciativa de reforma a la Ley de Protección y Bienestar Animal nace de un progreso social que ya es inminente y señaló que esas prácticas, por su misma violencia y la conciencia de la gente van a terminar por extinguirse.
Destacó que en el aspecto de cultura y tradición, la primera sala de la Suprema Corte de Justicia dice lo siguiente: Compartimos la idea de que la cultura no es admirable por ser tradicional, sino sólo cuando es portadora de valores y derechos compatibles, en primer lugar, con la dignidad humana y el respeto mutuo que nos debemos los seres humanos y con el que todos le debemos a la naturaleza.
“En consecuencia, cualquier práctica que suponga maltrato y sufrimiento innecesario de los animales no puede considerarse una expresión cultural amparada de manera definitiva por la Constitución”, añadió.
Entrevistados para el noticiero matutino Origen, Tapia Pastrana dijo que durante dos años que la iniciativa estuvo en el Congreso no hubo una acción legal por parte ni de galleros ni de los amantes de la fiesta brava, pero al preguntarle qué pasará con estos toros, se limitó a responder que son animales costosos y mantenerlos es caro.
Me sorprende que alguien defienda estos espectáculos tan sangrientos. Hasta el Comité de los Derechos del Niño la ONU ya emitió recomendaciones y expresó preocupación por la prevalencia de la impunidad frente a casos de violencia contra niños y niñas y está preocupado de manera particular por el bienestar mental y social se niños y niñas involucrados en entrenamientos para corridas de toros y actuaciones asociadas a ésta y por el bienestar mental y emocional de los espectadores infantiles, expuestos desde temprana edad a la violencia de las corridas de toros.
También dijo que los animales de consumo son cosa aparte, tienen sus regulaciones y la NOM es muy clara. “Este rechazo es económico. Un puñado de gente que está pugnando por no perder su dinero”, expresó.
Valenzuela, por su parte, recordó que hace más de 40 años se realizan corridas de toros en Cancún, donde se tiene el récord guinness por el número de festejos organizados.
Pero Cancún no es Quintana Roo, donde hay costumbre y tradiciones que datan de antes de nuestra llegada y de muchos que hemos venido atraídos por las cosas que nos gustan. Esta tradición se vive prácticamente en todo el Estado, donde hay alrededor de 230 festejos taurinos a lo largo del año, una tradición que data de hace más de 100 años.
Esta tradición llegó prácticamente con los españoles a México. En el caso de la región maya, hay un sincretismo entre la religión, las costumbres y rituales de los mayas, que tenían lo propio con el jaguar, y a quienes les gustó el toro bravo. Eso les gustó mcuho y se generó un sincretismo, se funden rituales de una cultura con otra, y se crea esta fusión que hasta hoy vivimos con más de 230 festejos taurinos en Quintana Roo.
Además, en estas tradiciones y festejos trabaja una gran cantidad de gente y eso también es importante y hay que proteger los empleos.
Con información de INFOQROO