Tras confirmar la muerte de seis mexicanos y heridas de consideración a otros siete en el tiroteo ocurrido ayer en un centro comercial de El Paso, Texas, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, declaró que el hecho es considerado por el gobierno como un acto de terrorismo contra las comunidades mexico-estadounidense y mexicana en Estados Unidos.
El canciller además anunció que se buscará que las investigaciones alcancen incluso a quien o quienes vendieron el rifle de asalto que utilizó el agresor.
“La Secretaría tiene como instrucción estar en relación con las familias directamente afectadas, el interés y compromiso es acompañarles y representarles en el proceso de investigación que deben abrir las autoridades norteamericanas y posteriormente en el juicio que tendrá que verificarse una vez concluida la investigación y se presenten las evidencias ante un jurado.
“Vamos a pedir acceso a la investigación para saber cómo llegó a sus manos esta arma y si tenía o no tenía noticia la autoridad correspondiente de las responsabilidades de este individuo”, señaló Ebrard.
Dijo que se le entregará a la Fiscalía General de la República toda la información necesaria para que puedan si así lo decide el fiscal general iniciar la denuncia por terrorismo en contra de nacionales de México en territorio de los Estados Unidos.
“Que yo sepa sería la primera demanda esa naturaleza en la historia esta demanda permitirá que México tenga acceso a toda la información correspondiente, pueda valorar si hay otros individuos potencialmente involucrados que pongan en riesgo la vida la integridad de mexicanas y mexicanos en los Estados Unidos”, dijo el funcionario.
Expresó que será el fiscal también quien determinará si hay los elementos necesarios para una extradición del culpable o culpables de la agresión.
“Será una decisión que se tome en su momento, pero que nadie se extrañe porque para México este individuo es un terrorista”, expresó.
El canciller además, adelantó que mañana se entregará una nota diplomática al gobierno de los Estados Unidos para solicitar “respetuosamente pero con toda firmeza que fije una posición clara y contundente contra los crímenes de odio”.