HONG KONG.- China concentró ayer más fuerzas militares en Shenzhen, ciudad fronteriza con Hong Kong, en medio de la escalada de la crisis por las manifestaciones prodemocracia en la que el presidente estadunidense, Donald Trump, pidió a Pekín que actúe con “humanidad”.
Las tropas realizaron ejercicios militares. Se teme que avancen hacia Hong Kong.
Pekín “no se quedará cruzada de brazos si la situación empeora” y tiene “suficientes medios y suficiente poder para reprimir los disturbios rápidamente”, afirmó el embajador chino en Londres, Liu Xiaoming.
Trump sugirió en un tuit que “si el presidente Xi se reuniera directa y personalmente con los manifestantes, habría un final feliz y promisorio para el problema de Hong Kong. ¡No tengo dudas!”.
Por su parte, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, pidió a China no generar una “nueva” Tiananmen, en alusión a la sangrienta represión de manifestantes en esa plaza de Pekín hace 30 años.
“Los chinos tienen que mirar con mucho cuidado los pasos que toman porque la gente en Estados Unidos recuerda la Plaza Tiananmen, recuerda la imagen del hombre parado frente a la fila de tanques”, afirmó Bolton en una entrevista con VOA News.
China, que denunció las agresiones “de tipo terrorista” contra sus habitantes en los enfrentamientos del martes en Hong Kong, concentró más fuerzas pertenecientes a la policía militar en el estadio de Shenzhen.
Los hombres reunidos estaban rodeados de camiones y blindados de transporte de tropas y se dispusieron a realizar ejercicios militares.
Los manifestantes hongkoneses agredieron el martes a dos habitantes de China continental durante la importante movilización en el Aeropuerto Internacional de Hong Kong, cuyos vuelos quedaron suspendidos el lunes y el martes.
“Condenamos con la mayor firmeza estos actos de tipo terrorista”, advirtió en un comunicado Xu Luying, el portavoz de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao del gobierno chino.
Con estas acusaciones, Pekín asimila las acciones de los manifestantes prodemocracia con el “terrorismo” por segunda vez durante esta semana. Y hace temer una represión militar para sofocar un movimiento surgido hace diez semanas en contra de un proyecto de ley de extradición.