La foto de un niño con cáncer agarrándose del inodoro mientras su hermana lo consuela después de vomitar, conmovió a usuarios en internet al hacer ver la dificultad de vivir con esa enfermedad, especialmente en el caso de los pequeños.
Esta foto muestra a Beckett Burge y su hermana Aubrey, quienes gracias a una publicación de su mamá Kaitlin, dieron una muestra del verdadero amor fraternal a los usuarios en redes sociales.
Kaitlin explicó que Beckett, de tan sólo tres años, padece de leucemia linfoblástica, un tipo de cáncer en la sangre que ataca a los glóbulos blancos en la medula ósea.
“Una cosa que no te dicen sobre el cáncer infantil es que afecta a toda la familia. Escuchas sobre la lucha financiera y médica, ¿pero qué tan seguido escuchas sobre las dificultades que viven las familias con más niños pequeños”, dijo Kaitlin en Facebook.
“Mis dos hijos, con 15 meses de diferencia, pasaron de jugar en la escuela y en casa a sentarse en un cuarto frío en el hospital. Mi hija de cuatro años veía a su hermano irse en una ambulancia a urgencias. Veía a una docena de doctores ponerle una máscara, picarlo con agujas para meterle decenas de medicamentos, mientras él estaba impotente. Ella no sabía qué pasaba, sólo sabía que algo estaba mal con su hermano, su mejor amigo”.
“Poco más de un mes que fue dado de alta del hospital, ella vio cómo su hermano tenía problemas para caminar y jugar. El alegre, energético y carismático hermanito que conocía ahora es un callado, enfermo y dormilón niñito que nunca quiere jugar. Ella no entendía cómo él podía caminar antes de esto, pero ahora no se puede parar sin ayuda”, continúa el mensaje.
Kaitlin explica que procuró que su hija viera el tratamiento que recibía su hermano y no lo escondió porque “los niños necesitan apoyo y no deberían mantenerse a una distancia lejana de la persona que está enferma”.
“Lo más importante es demostrarles que los cuidaremos sin importar la situación en la que vivan. Ella pasó mucho tiempo a su lado en el baño, cuando se sentía mal. Se mantuvo con él, lo apoyó y lo cuidó sin importar la situación. Hasta este día, ellos son más cercanos y siempre lo cuida”.
Por último, señaló que Aubrey siempre está con Beckett y le soba la espalda cuando él se siente mal. “Así es el cáncer infantil. Tómalo o déjalo”, concluyó el mensaje.
A Beckett aún le quedan dos años de quimioterapias, pero el apoyo de su hermana y toda su familia siempre estará ahí para ayudarlo a salir adelante.
Con información de Milenio