Por Ricardo Hernández
En la víspera de la consulta indígena y ciudadana, representantes de ejidos de Quintana Roo sobre los que pasará el Tren Maya se han manifestado a favor de su construcción, pero en contra de un fideicomiso de inversión y bienes raíces (Fibra) inmobiliario que se pretende incluir en el proyecto.
Luis Martínez Rocha, comisario del ejido de Bonfil, dijo estar a favor de la edificación del esquema ferroviario, pues podría ser una oportunidad de desarrollo para los ejidatarios.
El representante de la Red de Ejidos Indígenas de la Zona Maya, Jacobo Ay Che, también manifestó su apoyo a la megaobra.
Aunque el tramo que iba a ir de Valladolid a Cancún se eliminó, este plan aún les impacta pues continúa un trazo entre Valladolid y Tulum.
Es el mismo caso de los integrantes de Reforma Agraria, quienes mostraron, a través del ejidatario José Juan Hernández, simpatía por el proyecto ferrocarrilero que atravesará cinco estados del sureste de la República.
FELIPE CARRILLO PUERTO SE MOSTRÓ A FAVOR DEL TREN MAYA
En el caso de Felipe Carrillo Puerto también se mostraron a favor. Ponciano Genaro Martín Esquivel, consejero nacional de Comunidades Indígenas y ejidatario de esta demarcación dijo que esta obra podría beneficiar la economía de la región centro, una de las más pobres y marginadas del estado.
Luis Chimal Balam, comisario de Bacalar, uno de los ejidos que se ha mostrado más crítico hacia el proyecto, también dio el visto bueno.
Sin embargo, todos coinciden en que el Fibra, ese modelo que pretende asociar a grandes empresarios con ejidatarios, donde este pone la tierra y aquel dispone de ellas para realizar obras de infraestructura o de servicios, no es bien vista por ellos.
TIENEN MIEDO DE NO TENER BENEFICIOS
Desconfían del modelo, pues sospechan que el usufructo será acaparado por los empresarios y que ellos no tendrán beneficio alguno.
En cambio, todos, excepto en Bonfil, se manifestaron a favor de vender sus tierras de ser necesario, en vez de entrar al Fibra.