En su mensaje de Navidad “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo), el Papa Francisco pidió paz, así como frenar persecución religiosa, frenar conflictos armados y el miedo a los migrantes.
“Es la injusticia que los hace cruzar desiertos y mares que se convierten en cementerios.
Es la injusticia que los obliga a soportar formas indescriptibles de abuso, esclavitud de todo tipo y tortura en campos de detención inhumanos”, dijo Francisco en el séptimo año de su pontificado.
Este mes, el Papa pidió el cierre de los campos de detención de migrantes en Libia.
“Es la injusticia lo que los aleja de los lugares donde podrían tener la esperanza de una vida digna, sino que se encuentran ante muros de indiferencia”, acusó.
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El hilo conductor de su discurso ante decenas de miles de personas en la Plaza de San Pedro y millones de personas que miraron o escucharon la transmisión en todo el mundo es que el cambio comienza en los corazones de las personas.
El Pontífice, de 83 años, pidió paz en Tierra Santa, Siria, Líbano, Yemen, Irak, Venezuela, Ucrania y varios países africanos atrapados en conflictos.
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“Hay oscuridad en las relaciones personales, familiares y sociales, pero la luz de Cristo es mayor.
Hay oscuridad en los conflictos económicos, geopolíticos y ecológicos, pero aun mayor es la luz de Cristo”, dijo.
“Hay oscuridad en los corazones humanos, sin embargo, la luz de Cristo es aún mayor“.
Con información de Reforma