Los eventuales pasos de fauna que se construirán con el Tren Maya beneficiarían a los jaguares y ocelotes que habitan en la entidad, afirmó Marco Lazcano Barrero, director de la Reserva Ecológica de El Edén.
Y es que estos felinos en peligro de extinción, que habitan al norte del estado en el área de Protección de Flora y Fauna Manglares de Nichupté y sus alrededores, en Benito Juárez, viven en una zona fragmentada por vialidades que atentan contra el desarrollo de su vida salvaje.
Esta zona natural está zanjada por la carretera 307, que cruza la entidad del norte a sur, desde Chetumal hasta Puerto Juárez, y por la avenida Kukulkán, la cual conduce del centro de Cancún, pasa por la zona hotelera y desemboca en el aeropuerto.
Los felinos no pueden atravesar estas vialidades, a merced de ser atropellados. Por ello, Lazcano ve con buenos ojos esta estrategia que el Gobierno federal ha ofrecido junto con el Tren Maya.
Para el biólogo, especialista en jaguares, deben construirse dos pasos en el norte de Quintana Roo: uno cerca del Aeropuerto Internacional de Cancún y otro por donde se encuentra el hotel Moon Palace.
Ello, explicó, ayudaría a conformar un corredor biológico para estas especies, que iría desde el norte de la entidad hasta el centro y sur.
Y es que las hembras de jaguar pueden desarrollar su vida en nueve kilómetros cuadrados, pero los machos no.
El también secretario de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar ha documentado el caso de un macho adulto que ha transitado por mil kilómetros cuadrados. El no construir pasos de fauna, alertó, puede poner en riesgo a las especies felinas.
De hecho, afirmó, Cancún, junto con Playa del Carmen, Puerto Morelos y Tulum son las zonas donde más jaguares atropellan en el país. Tan solo el año pasado dos fueron arrollados en la entidad.
Por RICARDO HERNáNDEZ