El Gobierno de la República rechazó enviar a Guatemala a mexicanos que soliciten asilo estadounidense, medida anunciada por el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos.
A través de la Secretaría de Relaciones Interiores (SRE), denunció que: "si bien se trata de una disposición propia de la jurisdicción estadounidense, se estima que esta medida podría afectar a alrededor de 900 solicitantes a partir de febrero".
En respuesta a esta medida, la cancillería señaló que el Gobierno federal atenderá, por medio de autoridades estatales y municipales, a los connacionales que resulten afectados, y vigilará el estricto cumplimiento de los acuerdos internacionales firmados entre ambos países, para evitar violaciones a los derechos humanos de mexicanos.
Esta disposición fue tomada debido al acuerdo bilateral firmado entre EU y el país centroamericano en 2019; sin embargo, grupos promigrantes denunciaron que la oficina de asilo guatemalteca no posee capacidad de atender todas las solicitudes; además, en esa nación la tasa de asesinatos, de acuerdo con el Banco Mundial, es cinco veces mayor, por lo que los migrantes enfrentarán mayor peligro.
Esta acción, impulsada por el presidente Donald Trump, responde a una de sus banderas de campaña en la búsqueda de la reelección: el combate a la migración ilegal.

