La Agencia de Proyectos Estratégicos de Quintana Roo (Ageproo) aclaró que no existirá una estación del Tren Maya en el centro de Cancún.
Y es que la semana pasada trascendió que una estación ferroviaria se construiría en el centro de la ciudad; lo contemplaba el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) en la convocatoria para la licitación del plan maestro de dos tramos del megaproyecto.
En los documentos contenidos en la convocatoria, el Fondo detalló que serían 12 las terminales ferroviarias a construir en la entidad, entre ellas, una en el centro de esta ciudad. El gobernador de la entidad, Carlos Joaquín González, aclaró que no habrá tal.
Consultado al término de la conferencia de prensa en la que se anunció la ampliación del aeropuerto de la ciudad, el titular del Ejecutivo estatal negó que vayan a ingresar las vías férreas al centro.
Eduardo Ortiz Jasso, director de la Agencia de Proyectos Estratégicos de la entidad (Agepro), confirmó lo dicho por el mandatario.
El acuerdo con Fonatur, comunicó Jasso, es que derivado de los resultados de un estudio de demanda, solo habrá una estación en el aeródromo. En discusión está si se construirá dentro o fuera de las instalaciones del aeropuerto. Fonatur indicó en los documentos de licitación para el plan maestro de los tramos que estaría ubicada cerca de la Terminal 4.
"Lo que se está buscando es que esté fuera del Aeropuerto Internacional de Cancún, en una zona cercana", afirmó el funcionario.
"Obviamente, en el entendido que nosotros como sistema de movilidad, por parte del estado, vamos a echar a andar el corredor que llamamos Sistema de Transporte Urbano y Turístico, que incluye la zona hotelera de Cancún y el centro de la ciudad, para llevar a los pasajeros a la terminal del Tren Maya al aeropuerto", expuso.
Se trata de uno de los proyectos de infraestructura predilectos de la actual administración federal, el cual atravesará cinco entidades del sureste de la República, tendrá una extensión de mil 460 kilómetros y transportará a turistas, población local y mercancías.
Por Ricardo Hernández