La creación del municipio de Benito Juárez, a mediados de los 70, implicó decisiones importantes, como su delimitación geográfica, y también desde el principio hubo voces de alerta por el surgimiento de asentamientos humanos irregulares en el ejido de Puerto Juárez, con los que empezaba a manifestarse el contraste entre la ciudad planificada por Fonatur (en ese entonces Infratur) y los asentamientos irregulares en el ejido, afirmó el ex gobernador Pedro Joaquín Condwell.
Al intervenir en un ciclo de conferencias con motivo del 50 aniversario de Cancún, Pedro Joaquín, quien formó parte del Congreso Constituyente, recordó que para atender el reclamo de Isla Mujeres, de una porción de tierra en la parte continental, donde pudiesen tener nuestros servicios y depositar su basura, se tomó la decisión política de entregarle una porción continental que todavía conserva.
La decisión se encontró “con la oposición razonada del gobernador David Gustavo Gutiérrez, quien decía que si le dábamos esa porción a Isla Mujeres, cuando creciera el municipio de Benito Juárez se iba a conurbar, como ha venido sucediendo”, añadió.
Sin embargo, apuntó que los diputados privilegiaron el consenso de todas las regiones del Estado para que no hubiera discusión sobre la división municipal y “el Gobernador fue muy respetuoso de la decisión del Congreso, en una época en que los gobernadores pesaban mucho, mucho más que ahora”.
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El ex gobernador, a quien le tocó vivir el “boom” de Cancún, recordó que tuvo otro acercamiento con el surgimiento de las instituciones de este centro turístico.
Al tomar posesión como primer gobernador electo, Jesús Martínez Ross me hizo el honor de invitarme como su secretario general de Gobierno, añadió. A los pocos meses me presentó a un personaje extraordinario en la historia de Cancún: Sigfrido Paz Paredes, quien fue a visitarnos a Chetumal con una alerta por la aparición de los primeros asentamientos humanos irregulares en el ejido de Puerto Juárez.
“Empezaba así a manifestarse el contraste entre la ciudad planificada por Fonatur y los asentamientos irregulares en el ejido, que como habíamos visto en los casos de Acapulco y otros destinos turísticos, son el nacimiento de la anarquía urbana”, continuó.
Según dijo, fue comisionado para trabajar con Sigfrido Paz en una propuesta de solución al problema y grande fue su sorpresa cuando el ingeniero Sigfrido, como un consumado abogado, se puso a redactar el acta constitutiva del Fideicomiso Puerto Juárez, el decreto que le daba vida y las políticas públicas que debía llevar a cabo, con su manual de operación.
“Era un hombre brillante con quien tenemos una deuda, al igual que con otros grandes pioneros de Cancún”, explicó.
Con información de INFOQROO