“No se imaginan lo que está pasando aquí”. “Elegimos a quién tratar y quién no, según la edad y las condiciones de salud. Como en todas las situaciones de guerra”.
Fueron las palabras de Christian Salaroli, médico anestesiólogo italiano que enfrenta el coronavirus en primera línea, desde el hospital Papa Giovanni XXIII de Bérgamo (norte), uno de los focos de la epidemia en el país, en entrevista al Corriere della Sera, difundida por el portal Infobae.
En Italia ya suman 463 muertos y 9.172 contagiados del Covid-19. El procedimiento para atender los pacientes, cuenta Salaroli es, como primer paso, ingresar a aquellos con insuficiencia respiratoria en una habitación especial con veinte camas.
Todos los demás, los menos graves, son enviados a sus casas para no ocupar lugar inútilmente.
Según reporta Infobae, después de eso, temprano en la mañana, el reanimador pasa con el personal de primeros auxilios.
“Su opinión es muy importante. Además de la edad y el estado general, el tercer elemento (que se evalúa) es la capacidad del paciente para recuperarse de una operación de cuidados intensivos”, explicó.
Decidir el ingreso a cuidados intensivos demora máximo dos días, pues existe una “desproporción entre los recursos hospitalarios, las camas de cuidados intensivos y las personas con enfermedades críticas, no todos están intubados”, dijo el especialista.
“Aquellos con los que eliges continuar son todos intubados y colocados boca abajo, porque esta maniobra puede favorecer la ventilación de las áreas inferiores del pulmón”, precisó.
Los pacientes con enfermedades cardiorrespiratorias graves y personas con enfermedad coronaria grave son especialmente revisados.
Esto “porque toleran mal la hipoxia aguda y es poco probable que sobrevivan a la fase crítica”.
Otros casos en los que “probablemente” no se avanza son los de las personas entre 80 y 95 años con insuficiencia respiratoria grave o las que tienen una falla multiorgánica de más de tres órganos vitales. “Significa que tienen una tasa de mortalidad del ciento por ciento”, dijo Salaroli. “En ese caso ya no se puede hacer nada”.
Esta discriminación de pacientes se hace a gran escala debido a la emergencia, que también afecta a médicos que combaten desde semanas el virus.
“Algunos quedan destrozados. Le sucede al jefe y al residente recién llegado que se encuentra temprano en la mañana teniendo que decidir el destino de un ser humano”, dice.
“El consuelo”, como lo llama Salaroli, es saber que la decisión “se basa en el supuesto de que alguien, casi siempre más joven, tiene más probabilidades de sobrevivir que el otro”.
SOBRE CARGA
Otro problema que explica Salaroli es que los médicos están sobrepasados. “No es solo la carga de trabajo, sino la emocional, lo que es devastador”.
“Vi llorar a enfermeras con treinta años de experiencia, personas que tienen crisis nerviosas y de repente tiemblan. Ustedes no saben lo que está pasando en los hospitales”.
El coronavirus ha puesto de cabeza al sistema, pues según el anestesiólogo, una llamada por ataque cardíaco, procesada en unos minutos normalmente, ahora puede esperar hasta una hora o más.
Salaroli también habló sobre la actitud de quienes desoyeron los llamados de las autoridades a limitar los movimientos.
“Quédense en sus casas”, instó. “No me canso de repetirlo. Veo mucha gente en la calle. La mejor respuesta a este virus es dar vueltas por la calle. No se imaginan lo que está pasando aquí”.
Con información de Infobae