Ante la amenaza de desaparición del caracol rosado, investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han creado un método que aumenta hasta 70% la sobrevida de la especie.
El método inventado por Anastazia Banaszak, responsable del proyecto, acaba de obtener la patente por parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (INPI).
Ancestralmente, este animal marino ha sido utilizado como alimento, instrumento musical, pieza de ornato y materia prima para la construcción de herramientas, lo cual ha producido un sobrepaso en su captura que lo coloca en una situación vulnerable.
Para poder cultivar esta especie en laboratorio, científicos del Instituto recurrieron a la simbiosis de algas, a fin de aumentar la supervivencia de sus larvas.
Las poblaciones de este caracol se han reducido significativamente, sin dar tiempo a su recuperación, expuso Anastazia Banaszak.
Por ello, junto con su equipo, se dio a la tarea de implementar un método propio para cultivarlo y contar con una estrategia efectiva de reproducción y conservación.
La Unidad Académica de Sistemas Arrecifales Puerto Morelos, en Quintana Roo, es donde se desarrollan estas tareas y encontraron que el molusco tienen dentro de su sistema digestivo microalgas similares a las de los corales y otras especies que viven en los arrecifes, con las que intercambian nutrientes.
Luego de una serie de experimentos, descubrieron que si proporcionan las algas a los caracoles en etapas tempranas de su desarrollo, su sobrevivencia es mayor, lo que hace más viable su cultivo.
Por RICARDO HERNáNDEZ