Es alarmante la situación del deporte en México, consideró la esgrimista Paola Pliego, para quien la situación no es más que un reflejo de lo que ocurre en el país, donde las administraciones políticas se suceden y en todas hay casos de escándalos, polémicas, malos manejos de recursos o maltrato a los deportistas.
“Eso es un reflejo del país. Creo que es una situación alarmante que las cosas nunca puedan estar bien y que nunca nosotros, como mexicanos, tengamos la oportunidad de usar nuestro talento y salir adelante”, aseguró.
Esto nos debería preocupar a todos porque estoy segura de que no sólo se desperdicia talento en deporte, sino en muchísimas otras cosas”.
Nuestros dirigentes no reflejan verdaderamente quiénes somos nosotros y ese es el problema más grande, no nos dejan salir adelante porque sus intereses no son los nuestros, y así son las cosas.
Sin embargo, considera que no todo está perdido, pues ya llegarán dirigentes honestos que cambiarán la situación actual.
“Soy alguien a quien le gusta creer en la gente, creer que las cosas buenas son posibles. No sé cómo va a ser, no te puedo decir cuáles serían los pasos para llegar a una situación ideal, pero es algo que creo. Creo en la gente, en nosotros como pueblo, somos fuertes y podemos salir adelante. Somos muchas más las buenas personas que las malas. Claro que es posible”, recalcó.
Es alarmante la situación del deporte en México; por eso ella decidió competir por Uzbekistán
La esgrimista tomó la decisión, hace algún tiempo, de ya no competir por México, esto en medio de un escándalo donde fue acusada de dopaje y de años intentando buscar justicia en su país, que nunca llegó.
En 2016, la atleta consiguió su boleto para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Sin embargo, el Laboratorio Nacional de Control, que era operado por la Conade, descubrió que en su muestra de orina se habían encontrado 540 nanogramos de modafinil, un neuroestimulante.
Ella negó consumir esa sustancia y envió una muestra al laboratorio de Colonia, Alemania, donde encontraron que hubo un falso doping; pese a eso, no pudo asistir a la justa olímpica.
Debido a este escándalo, y pese a que su nombre estaba limpio, Jorge Castro Rea, presidente de la Federación Mexicana de Esgrima (FME), decidió dejar de inscribirla, con el argumento de que no acudía a las convocatorias.
Aunque la esgrimista buscó justicia por años, no obtuvo resolución favorable. Incluso Carlos Padilla, presidente del Comité Olímpico Mexicano le prometió que revisaría su caso para incluirla en la lista final de asistentes a los Juegos Centroamericanos de Barranquilla 2018, cosa que nunca ocurrió.
Cansada de irregularidades y falta de apoyo, la joven cambió de nacionalidad y ahora compite por Uzbekistán, país que siempre le abrió las puertas.
La joven acaba de ganar un proceso legal iniciado contra la Conade y la FME, por daño moral. En enero de este año, el juez decimocuarto en materia civil falló a favor de ella, por lo que recibirá una indemnización de 15 millones de pesos.
Con información de Publimetro