Gobernador de Río de Janeiro, Wilson Witzel, enfrenta un juicio político por las diferentes irregularidades que se le atribuyen en la gestión del Covid-19.
La Asamblea Legislativa dio así el primer paso en un engorroso y largo proceso que puede concluir con la destitución del mandatario.
Los legisladores acusan al gobernador de haber comprado respiradores para atender a pacientes con Covid-19 con sobreprecios, de haber desviado recursos destinados a la construcción de hospitales de campaña y de recibir sobornos de un empresario del área de salud que se adjudicó varios de los contratos de emergencia para hacer frente a la pandemia.
Wilsel ya es investigado por supuestas irregularidades en esos contratos, y tanto el Palacio de Laranjeiras -residencia oficial del gobernador- como sus oficinas y la de su esposa fueron blanco de registros policiales el mes pasado.
Las denuncias obligaron al mandatario a destituir a algunos de sus principales colaboradores en la Secretaría Regional de Salud.
Wilsel igualmente fue denunciado ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) por las irregularidades que se le atribuyen y por una cuestionada gestión que ha convertido a Río de Janeiro en uno de los estados más afectados por la pandemia en Brasil, segundo país con más casos de Covid-19 en el mundo (739 mil 503) y el tercero con más muertes (38 mil 406).
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Gobernador de Río de Janeiro está bajo la lupa; asegura que es inocente
Por su parte, el todavía gobernador ha publicado una nota asegurando haber recibido la noticia de la Asamblea con “espíritu democrático”.
“Estoy absolutamente tranquilo acerca de mi inocencia. Fui elegido como el pilar de la lucha contra la corrupción y nunca he abandonado esa bandera. Y eso es lo que demostraré humildemente a las damas y caballeros”.
Con información de Agencias