La embajada de Estados Unidos en Bagdad recibió un ataque de siete detonaciones, marcando el rompimiento de la tregua de los grupos iraquíes proiraníes, que se había respetado por un mes.
Fueron cuatro proyectiles los que cayeron en la Zona Verde activando el sistema de defensa C-RAM de la embajada, mientras que otros tres detonaron en barrios de Bagdad, donde una niña perdió la vida y cinco personas resultaron heridas.
Dos horas después de que Mustafa al Kazimi, el primer ministro mantuviera una reunión telefónica con el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, los ataques se dejaron escuchar.
El tema de su reunión fue la cooperación entre Irak y la coalición internacional para luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
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Piden que se retiren tropas de EE.UU.
El mes pasado, las facciones proiraníes en Irak dijeron que si las tropas estadounidenses se retiraban, no lanzarían más ataques.
Según Washington, los casi 90 ataques perpetrados en su contra son obra de las brigadas del Hezbolá, la facción iraquí proiraní más radical y que se ha nido sobre la embajada y bases militares.
Grupos de movimientos proiraníes exigen la salida de los militares estadounidenses, basándose en una votación en el parlamento de Irak.
Con información de Excélsior