Médico improvisa hospital en casa para atender a su madre, tras una larga espera por un lugar en uno de los nosocomios saturados de pacientes con coronavirus en Manaos, norte de Brasil.
“Tuve miedo de que muriera en mis brazos”, dice Marcos Fonseca Barbosa, médico de 36 años, quien trató de que admitieran a su madre en cuidados intensivos en el hospital público 28 de Agosto, pero estaba saturado por la demanda de nuevos pacientes con Covid-19, y no consiguió un espacio para ella.
La ciudad de Manaos, donde vive Marcos y su madre Ruth, enfrenta un grave rebrote de contagios de Covid-19 desde inicios del 2021.
Él mismo contó que recorrió unos 50 hospitales, pero no había lugar y la vida de su madre estaba en riesgo. La señora Ruth, de 56 años, “estaba con fiebre, pasándola mal”.
“Me presenté como médico, pero nos dejaron cuatro horas esperando, sentados en sillas de plástico”.
“No puedo culpar a mis colegas, porque es una zona de guerra”
admite este médico que trabaja en varias clínicas privadas, también saturadas por la pandemia.
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Médico improvisa hospital en casa para atender a su madre
Decidió no esperar más y llevó a su madre a casa para tratarla personalmente. Él es médico de emergencias y sabía lo que había que hacer para poder mantener con vida a su madre.
“Nunca me habría imaginado una situación así, ni en mis peores pesadillas. Era desesperante, tuve miedo de que mi madre muriera en mis brazos, en una silla de plástico. En un impulso, la tomé del brazo, la puse en el auto y volví a casa”.
“Llamé a todos mis amigos y antiguos pacientes a los que había tratado a domicilio para pedirles ayuda”
Fue así como consiguió un tanque de oxígeno y un ventilador mecánico no invasivo, mismo que instaló junto a una cama de hospital improvisada en su propio cuarto.
“Recibir la vacuna es una luz en este camino que se veía interminable”, dijo.
Ruth debía ser intubada, pero en esas circunstancias su hijo buscó alternativas:
“La mantuve viva con un aparato de nebulización” y un catéter nasal para facilitar su respiración, explica. “Fueron cuatro días sin apartarme de su lado, por eso es angustiante retomar mis guardias en el hospital”. Ahora la cuida su esposa, que es maestra.
“Afortunadamente está mejor, pero no me impide llamar sin parar para tener novedades”.
“Es un verdadero milagro que ella siga con vida”, afirmó.
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Cruda situación en Manaos
En Manaos, capital de la Amazonía brasileña, tuvieron que hacer fosas comunes y poner camiones refrigerados afuera de los hospitales para conservar los cuerpos de los fallecidos por el coronavirus.
Pero la situación es peor desde inicios del 2021: entre el 1 y el 11 de enero se registraron mil 979 nuevas hospitalizaciones debido al coronavirus, frente a dos mil 128 en todo abril de 2020, en el mes más complicado desde la llegada de la pandemia.
Los entierros de fallecidos por Covid-19 también baten récords: en los primeros diez días de 2021 se registraron 379, más que los 348 de mayo.
Con información de Informador.mx