CANCÚN.- El coronavirus causó estragos en Quintana Roo. Los turistas dejaron de venir y la derrama económica se frenó. Sin embargo, hubo un resultado positivo de todo ello: la contaminación disminuyó en la zona costera y la Laguna Nichupté, según reveló un estudio del Centro de
Investigación Científica de Yucatán (CICY).
El análisis se realizó en colaboración con la organización Centinelas del Agua, y revela la disminución de contaminantes durante la pandemia, marcada por la ausencia de turistas nacionales y extranjeros. En concreto, reportaron una disminución en los niveles de nutrientes nitratos, fosfatos, así como de enterococos y coliformes.
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Se enfocó en 23 sitios de interés alrededor de algunos polígonos del área de protección de flora y fauna Manglares de Nichupté y en el parque nacional Costa occidental de Isla Mujeres, Punta Nizuc y Punta Cancún.
Los autores pudieron confirmar que la cantidad de contaminantes, de nutrientes externos vertidos en el agua fueron menores durante el confinamiento que en años anteriores. Los investigadores ya habían tomado muestras durante 2018 y 2019, con lo cual pudieron hacer la comparación.
Indicaron que los valores de nitratos registrados en 2018 y 2019 en el sistema lagunar manglares de Nichupté están por encima del límite máximo establecido, según los criterios de protección de la vida acuática en aguas marinas y ambientes costeros, y durante el confinamiento la concentración de este nutriente decreció en todos los polígonos, encontrándose por debajo de los límites de detección.
El flujo de turistas se desplomó durante 2020 en Quintana Roo. Si en 2019 llegaron 15 millones de visitantes, el año pasado arribaron 8 millones, una disminución de 47%. Cancún recibió en 2019 poco más de 6 millones de viajeros y en 2020 fueron 3.3 millones.
Con información de Ricardo Hernández