El Covid-19 y la crisis sanitaria que provocó han tenido consecuencias visibles, y otras no tanto. El impacto fue desproporcionado para el bienestar de la tercera edad, un grupo de población que esconde una epidemia de consumo de drogas, y cuyas muertes por esta causa, muchas por sobredosis, va en aumento.
Así lo alertó un estudio de la entidad internacional que fiscaliza los narcóticos, llamando a las autoridades sanitarias a reconocer esta realidad y a no dejar atrás a estas personas, en aras del combate al coronavirus.
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Solo en Estados Unidos, el número de personas de 50 años o más que habían consumido drogas en el año anterior pasó de poco menos de 1 millón en 1996 a casi 11 millones en 2016. En 2018 y 2019, entre las personas de 65 años o más en los Estados Unidos, la prevalencia del consumo de drogas ilícitas durante el año anterior fue de alrededor de la mitad o la tercera parte de la prevalencia de la mayoría de las drogas en el conjunto de la población.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) confirmó ayer que el consumo de drogas y muertes relacionadas con ellas se han incrementado entre las personas mayores.
FRASE
“Es apremiante un apoyo extendido e integrado para revertir una tendencia alarmante entre adultos mayores de países ricos”
Estudio 2020 de la JIFE
Con información de 24 Horas México