La semana pasada fue positiva para el desempeño de la economía americana. El viernes, aún como feriado, se dio a conocer el dato de empleo a marzo que resultó muy por arriba de lo esperado, 916 mil nuevas plazas, con lo que al cierre del primer trimestre del año, suman un millón 461 mil nuevos puestos.
Si consideramos este número, el ritmo de creación de empleos para todo el 2021 podría alcanzar los dos millones de empleos, por arriba de la generación promedio de los últimos años, quedando aún pendientes, cerca de ocho millones de empleos por recuperar de la pérdida “Covid“.
El miércoles 31 de marzo, el presidente Joe Biden anunció el Programa de Infraestructura por más de dos billones de dólares, y su administración, hace un giro al enfoque para impulsar la economía postpandémica. Aumentará la tasa del impuesto corporativo del 21 al 28% y a empresas multinacionales del 18 al 21% con algunas medidas contra el traslado de ganancias y offshore.
Se trata de la mayor inversión en infraestructura desde la Segunda Guerra Mundial y servirá para crear millones de empleos que ayude a una recuperación rápida del saldo pendiente de empleos.
El plan contempla colocar USD$621 MM en infraestructura de transporte como puentes, carreteras, transporte público, puertos, aeropuertos y desarrollo de vehículos eléctricos; USD$400MM para cuidar a los estadounidenses ancianos y discapacitados; USD$300 MM para mejorar la infraestructura de agua potable y redes eléctricas, otros USD$300MM en la construcción y modernización de viviendas asequibles, USD$180MM para nuevas tecnologías y 5G; USD$10MM para la mejora de escuelas y; USD$100MM en fabricación, investigación y desarrollo, así como esfuerzos de capacitación laboral en Estados Unidos. Este plan revitalizará la economía estadounidense y ayudará al país a competir con China.
Además del Paquete de Estímulos ya en operación y del Programa de Infraestructura para acelerar la creación de empleos, se apresurará con diversos acuerdos comerciales y consolidará sus alianzas estratégicas con algunos países europeos como Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Japón, Corea del Sur, Australia, India, Canadá, entre otros, para confrontar a China en materia comercial, política, social y tecnológica.
Como se puede apreciar, la economía de Estados Unidos ayudará sin duda a una recuperación de la economía mexicana, pero pensar que será la base para que nuestra economía crezca este 2021 por arriba del 5.0% anual como lo estableció el Gobierno en los Precriterios Generales de Política Económica 2022, parece una utopía cuando la inversión pública y la inversión privada vienen en picada y no generan las condiciones de certeza jurídica necesarias para sostener un crecimiento económico.
Seamos realistas, además, se tendrá la elección intermedia en junio en donde se estará jugando el equilibrio en el congreso, o el dominio para que el Gobierno actual siga haciendo su transformación.
Abril será dinámico en el ámbito político, en donde se termina el período ordinario de sesiones y todo quedará en suspenso hasta el resultado electoral, por lo que en materia económica, el consumo y la inversión interna no mejorará gran cosa, además de la “urgencia” para aumentar el ritmo de vacunación diaria. El Gobierno, Morena y partidos aliados, seguirán tratando de presionar con cambios de leyes y amenazas de cambios constitucionales como el caso del INE, CFE, etc. Al menos ya no se habla de la Ley Banxico donde felicitamos a la SHCP, Banxico, a la CNBV y al Banco del Bienestar, por el Programa de Bancarización de Migrantes que apagó el tema político para forzar la compra de dólares excedentes en el mercado al Banxico.
@1ahuerta