Conoce y disfruta la gastronomía de Cantabria. Por su privilegiada geografía, es posible combinar platos de cuchara, como guisos y pucheros, con carne de ganado y caza, así como pescados, mariscos y legumbres, informó Laura González, responsable de nutrición de Nestlé.
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Geográficamente esta comunidad autónoma española, cuya capital es Santander, está cercada por el océano Atlántico, montañas y ríos como el Ebro, y está sembrada de fértiles huertos, lo que hace posible obtener una multitud de ingredientes.
Un clásico de la zona son las tapas costeras, como las almejas a la marinera, que se pueden encontrar en cualquier restaurante o preparar en casa.
“Recomiendo que unas horas antes pongan las almejas en remojo con abundante sal y agua; así se aseguran de que estén bien limpias. Es una receta muy ligera, baja en grasa y perfecta como primer plato o para tapear con amigos”, detalló.
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Otro plato para tapear son las anchoas de Santoña. Famosas alrededor del mundo. Con ellas se pueden preparar diversas recetas, como anchoas ahumadas, salsa de anchoas para acompañar una ensalada, rollitos de pollo con anchoas o empanadillas.
Conoce y disfruta la gastronomía de Cantabria; platos principales
Entre los platos principales de los pueblos costeros pesqueros destaca el sorropotún o marmita de bonito, que por lo general lleva papas, cebollas, tomate y se prepara con una especie de salsa.
“En una cazuela de barro se sofríe la cebolla, el pimiento verde y la ñora, y cuando está todo bien pochadito, se añaden las patatas, un poco de tomate triturado y un chorrito de manzanilla. Y se deja cocinar con un caldo que previamente se ha hecho con las espinas del bonito”, explicó.
“El pescado se añade al final y, normalmente, está cortado en dados. Así conseguimos que el bonito no quede reseco”, agregó.
Otro plato típico de la zona de montaña es el cocido montañés, que data del siglo XVII. Es un plato fuerte y calórico que aporta mucha energía para combatir el frío.
“En este plato se sirve el caldo y el resto de los ingredientes: judías, blancas, panceta, chorizo, morcillas, costilla de cerdo, berza y patata”.
Otra recta similar es el cocido lebaniego, con verduras de la huerta y derivados del cerdo, pero, en este caso, se utiliza garbanzo y, a diferencia del cocido montañés, se sirve en dos platos. En uno va el caldo de fideos, y en el segundo, los garbanzos y las carnes.
¿Eso es todo?
Además, esta provincia es famosa por sus quesos, especialmente los quesucos semiduros del valle del Liébana, preparados con leche entera de vaca, oveja o cabra.
Si se busca un queso más blanco para untar al pan tostado una buena opción es el picón de Bejes-Tresviso, que se caracteriza por su color verde azulado. Es salado y tiene un toque picante.
Otra variedad cremosa es el queso de nata de Cantabria, que tiene un color amarillento, una corteza blanca y está labrado con leche entera de la vaca frisona.
Con información de Efe Salud.