Funeral del esposo de la Reina Isabel II, el duque de Edimburgo, que falleció este viernes 9 de abril por la mañana en el castillo de Windsor, a la edad de 99 años, será con duelo de ocho días y procesión militar con restricciones
La Casa Real Británica aun no han confirmado todos los detalles sobre el funeral, aunque se espera que sea una ceremonia acorde a su carácter, poco amigo de la pompa o de darse más importancia de la debida.
Se espera que haya ocho días de duelo para la reina Isabel II, quien no llevará a cabo ningún deber incluso en privado durante este período. Por otra parte, las leyes no recibirán el consentimiento real y los asuntos de estado también estarán en pausa. Luego de estos ocho días, habría un período adicional de duelo real oficial durante un mes.
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El Colegio de Armas, formado por oficiales de armas profesionales y que constituye la máxima autoridad heráldica en Inglaterra, Gales, e
Irlanda del Norte, ha aclarado que no se celebrará un funeral de estado ni habrá una capilla ardiente previa al servicio religioso privado que se cree que tendrá lugar en la capilla de San Jorge antes de su entierro en Frogmore Gardens.
“El cuerpo de Su Alteza Real descansará en el castillo de Windsor antes del funeral en la Capilla de San Jorge. Esta decisión se ajusta a las costumbres y los deseos de Su Alteza Real”, han afirmado.
Funeral del esposo de la Reina Isabel II será ceremonial y no de Estado como podrá ser el de la Reina Isabel II.
También se espera una procesión militar en Londres, si las restricciones de la pandemia lo permiten.
El ataúd con el cuerpo del duque de Edimburgo será trasladado en algún momento en los próximos días a la Capilla Real en el Palacio de St. James en Londres. Aquí es también donde yacía la princesa Diana durante varios días antes de su funeral en 1997. Por protocolo, el público no podrá acercarse a despedirlo.
Por su cargo y estatus, el funeral será ceremonial y no de Estado como podrá ser el de la Reina Isabel II.
El príncipe Felipe murió tras haberse convertido en el consorte monárquico más longevo de la Corona británica, con más de 70 años junto a la reina Isabel II.
Estuvo siempre a la sombra de su esposa, con gran lealtad y una propensión a mostrarse poco respetuoso de lo políticamente correcto. “Es mejor desaparecer que alcanzar la fecha de caducidad”, había dicho hace unos años con su particular sentido del humor.