Carolina del Sur, en Estados Unidos, tiene una nueva ley que obliga a los condenados a muerte a elegir entre el pelotón de fusilamiento y la silla eléctrica.
Esto llega después de que la falta de fármacos para la inyección letal paralizara las ejecuciones durante una década.
“Firmé una ley que permitirá al estado aplicar la pena de muerte. Las familias y los seres queridos de las víctimas tienen derecho a llorar y a buscar justicia a través de la ley. Ahora podemos hacerlo”, dijo Henry McMaster.
Preso que sobrevivió a una inyección letal y fue condenado a una segunda ejecución muere de Covid
El republicano, partidario de la pena de muerte, quiere reanudar las ejecuciones tras una pausa de 10 años en su estado debido a la escasez de sustancias utilizadas en las inyecciones letales.
La ley convierte la silla eléctrica en la primera opción para un condenado a muerte en lugar de la inyección letal.
Pero también autoriza la formación de un pelotón de fusilamiento, que pasa a ser la segunda opción.
Y la ejecución por inyección volverá a ser la opción prioritaria cuando se disponga de las sustancias necesarias, según el texto.
Atrás queda la inyección
Hasta ahora, un condenado a muerte tenía que elegir entre la silla y la inyección, siendo esta última automática si se negaba a elegir.
Incarcerated Outreach Network, organización de ayuda a los presos en Carolina del Sur, denunció la decisión en Twitter como “espantosa, impactante y abominable”.
Para el representante local, Frank Knaack, el estado “encontró una nueva forma de reiniciar las ejecuciones dentro de un sistema racista, arbitrario y propenso a los errores”.
“El sistema de justicia de Carolina del Sur comete errores, pero la pena capital es irreversible”, añadió en un comunicado.
Incluso, señala que las personas de color constituyen más de la mitad de los condenados a muerte, pero sólo al 27% de la población del estado.
Trabajar más de 55 horas a la semana aumenta el riesgo de muerte: OMS
Desde hace 10 años no había ejecuciones en Carolina del Sur
La silla eléctrica no se ha utilizado desde 2008 y la última ejecución por inyección fue en mayo de 2011, según el Departamento Correccional del estado y los medios locales.
Carolina del Sur es el cuarto estado de Estados Unidos que permite la pena capital por fusilamiento, junto con Misisipi, Oklahoma y Utah, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte.
Sólo tres condenados han muerto ante un pelotón de fusilamiento, todos en Utah, desde que el Tribunal Supremo restableció la pena capital en 1976, según el centro.
TE PODRÍA INTERESAR: México y Estados Unidos acuerdan agenda a favor del campo
Con información de 24HORAS.MX