Dejó la Presidencia de Estados Unidos en enero pasado, pero su influencia parece persistir en el ambiente político estadounidense. Donald Trump aún es mencionado detrás de decisiones en el Congreso, parece estar relacionado con algunas candidaturas claveÔǪ y también sigue apareciendo en los titulares de los diarios por problemas relacionados con sus finanzas.
La posibilidad de inculpar al expresidente y sus allegados que dirigen la Organización Trump creció ayer: la fiscal del estado de Nueva York confirmó que investiga con el fiscal de Manhattan posibles fraudes vinculados a sus negocios.
Hasta ahora, la fiscal Letitia James, una funcionaria electa demócrata, solo había confirmado una investigación en el ámbito civil -sin riesgo de inculpación o de cárcel en caso de condena- sobre posibles fraudes fiscales o bancarios en el seno del holding familiar del expresidente.
Los fiscales sospechan que Trump y su sociedad, que no cotiza en bolsa y por ende no está obligada a publicar sus libros contables, inflaron o redujeron artificialmente el valor de algunas de sus propiedades para obtener préstamos bancarios o reducir sus impuestos.
En tanto, luego de haberse hecho pública la candidatura del hijo de Rudy Giuliani, exabogado personal de Donald Trump y exalcalde de Nueva York, Andrew, para gobernador del estado de Nueva York, un bastión demócrata, ayer sonó otra polémica postulación.
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La sombra de Trump aún pesa sobre Estados Unidos
Un abogado estadounidense que se hizo famoso por haber apuntado con un fusil a manifestantes antirracistas en junio pasado en Misuri anunció que se postulará al Senado como republicano.
Descalzos en el jardín de su masión en una calle privada de St. Louis, Mark McCloskey y su esposa Patricia apuntaron con armas a una multitud que marchaba de manera pacífica frente a su propiedad.
El video de esta pareja de estadounidenses sexagenarios blancos apuntando a manifestantes mayoritariamente negros se hizo viral en las redes sociales. Incluso Donald Trump, entonces Presidente y acechado por las críticas de una gestión racista, lo retuiteóÔǪ sin hacer comentarios.
Rompió el silencio que mantenía desde el lunes, y Marruecos dio a entender ayer que la crisis migratoria estaba relacionada con la hospitalización en España de Brahim Ghali, el líder del movimiento independentista saharaui Frente Polisario, respaldado por Argelia.
“Está claro que España ha privilegiado su relación con el Polisario y Argelia por encima de su relación con Marruecos”, señaló en Facebook el ministro de Derechos Humanos, Mustafá Ramid.
“España debe saber que el precio por desacreditar a Marruecos se paga caro. Debe revisar su política, sus relaciones”, escribió también Ramid.
Con información de Agencias