El espectacular accidente del Gran Premio de Gran Bretaña hizo que la rivalidad entre Max Verstappen y Lewis Hamilton entrara en una dimensión más dura que nunca en el camino al título mundial en Fórmula 1.
“Hacen falta dos para bailar el tango”. El director de la escudería Mercedes despejó la polémica en torno a su pupilo Hamilton, considerado sin embargo por la dirección de carrera “principalmente responsable” del choque a toda velocidad que envió a su rival a las barreras de seguridad.
Si Toto Wolff se permitía la expresión significaba que Verstappen estaba bien. Al salir del hospital por la noche, el neerlandés tranquilizó a todo el mundo: no había nada rotoÔǪ Excepto la relación respetuosa entre los dos campeones.
Para Verstappen, Hamilton fue “peligroso” en su pilotaje, “irrespetuoso y antideportivo” en sus celebraciones. Para el británico, su rival es “uno de los pilotos más agresivos”.
¿De quién es la culpa? Cada uno tendrá su opinión sobre el accidente a más de 300 km/h. En un lado del ring, un siete veces campeón del mundo: ÔÇÿKing LewisÔÇÿ. En el otro, el prodigio holandés: ÔÇÿMad MaxÔÇÿ. La experiencia contra la fogosidad.
“El mejor piloto de todos los tiempos se enfrenta con una máquina que no es quizá tan buena como la otra, conducida por una estrella emergente que intenta hacerse un sitio”, resumió Wolff.
“Ellos han entrado en colisión pero nosotros ya hemos visto esto con todas las grandes rivalidades de la historia”, agregó.
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Rivalidad entre Verstappen y Hamilton escala tras accidente
Con 10 carreras terminadas de las 23 programadas en total, el futuro dirá si esta temporada entra a formar parte de las mejores de la historia de la F1, al lado de los enfrentamientos Prost-Senna o Mansell-Piquet.
Si se echa la vista atrás, todo empezó ya en la primera carrera en Baréin. El neerlandés, que alcanzó al británico en las últimas vueltas, terminó por adelantarlo, pero saliendo de los límites. Cedió su plaza, sin protestar. En Imola, en la primera vuelta, un Verstappen que salió tercero pasó en la primera curva a Hamilton.
Tras esa quincena ibérica llegó una larga sequía para Mercedes, con cinco fracasos (Mónaco, Azerbaiyán, Francia, Estiria y Austria) y cinco victorias para Red Bull, cuatro de ellas del neerlandés.
Líder sólido con 32 puntos de ventaja, Verstappen llegó a Inglaterra para asaltar la fortaleza de Silverstone. Pero frente a 140.000 espectadores, incluidos Tom Cruise y Harrison Ford, Sir Lewis no podía dejar escapar la victoria, especialmente en la línea de meta renombrada “Hamilton” en su honor.
Cuando los semáforos se apagaron ambos pilotos se lanzaron con la misma convicción. En cada una de las curvas evitaron el impacto por poco hasta que llegaron a Copse, donde ninguno aceptó ceder.
“Max ha sido muy agresivo ese año y, la mayor parte del tiempo, he tenido que ceder para evitar accidentes. (ÔǪ) Una vez está en cabeza es demasiado rápido, así que cuando se presenta una oportunidad tengo que aprovecharla”, declaró Hamilton, que ganó la carrera adelantando al final a Charles Leclerc (Ferrari) a pesar de recibir una sanción de 10 segundos.
Con información de Agencias