Por segunda vez en una semana taxistas del sindicato “Andrés Quintana Roo” obstruyeron vialidades de Cancún, lo cual generó embotellamientos y descontento entre turistas y residentes de la ciudad.
En esta ocasión, este miércoles, la exigencia principal era contra la operación de Uber en la ciudad.
Más de 50 taxis se congregaron hacia las 14:00 horas en el kilómetro 0 de la zona hotelera, lo cual generó tráfico en la zona.
Unos más cerraron parcialmente la avenida Uxmal y otras 50 unidades se les vio esperar sobre la Avenida Bonampak, a la altura de las oficinas de la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ).
Pasadas las 15:00 horas, el contingente decidió circular hacia la Zona Hotelera, a fin de generar caos vial, hacerse notar y provocar molestias a los turistas que circulaban por la zona.
En paralelo, Gonzalo Salas, secretario del Trabajo del sindicato de taxistas “Andrés Quintana Roo”, y otros representantes sindicales, sostuvieron una reunión con Flor Ruiz, secretaria de Gobierno del Ayuntamiento de Benito Juárez para informarle sus exigencias, entre las principales la operación de Uber y el control de los mototaxistas.
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Taxistas generan caos en la ciudad
A decir de Flor Ruiz, el acuerdo al que se llegó fue “acercarlos al Instituto de Movilidad de Quintana Roo, ya que el municipio no tiene competencia en el tema de Uber”.
“Autoridades municipales atendieron a integrantes del sindicato de taxistas ÔÇÿAndrés Quintana RooÔÇÖ, quienes solicitaron que no se permita operar a la plataforma Uber”, se lee en el comunicado lanzado por el Ayuntamiento.
Luego de la reunión, taxistas liberaron las vías de comunicación obstruidas y retomaron la operación del servicio.
Vale recordar que el pasado lunes, luego de casi tres horas del cierre parcial de las avenidas en las inmediaciones de la Vicefiscalía General del Estado, taxistas llegan a acuerdo de liberación de tres conductores detenidos en la zona hotelera de Cancún, de acuerdo con Gonzalo Salas, secretario del trabajo del sindicato de taxistas Andrés Quintana Roo.
Los choferes fueron detenidos por la Policía Turística cerca de las 21:00 horas tras un reporte anónimo al número de emergencias 911, el cual informaba sobre la circulación de vehículos en la zona hotelera con supuestas armas blancas, lo cual Salas desmintió.
Un conductor fue trasladado al Torito, otro más a la Vicefiscalía y un tercero fue retenido en una patrulla, sin presentarlo por varias horas ante una autoridad y, supuestamente, golpeado.
Lo anterior causó disconformidad entre el gremio, por lo que decidieron bloquear las avenidas circundantes a la Vicefiscalía hasta conseguir liberarlos.