CANCÚN.- Aun con una pandemia encima, que frenó durante largos meses las actividades económicas no esenciales, Quintana Roo perdió más de 12 mil hectáreas de bosque primario el año pasado.
Lo anterior se desprende de los registros que lleva el Global Forest Watch.
El dato resulta alarmante porque se coloca como el año con la mayor deforestación en la última década.
Pese al alto que impuso el COVID en el mundo, especialmente sobre Quintana Roo, donde se paró el turismo y la construcción, las dos principales actividades económicas del estado, el desmonte no frenó, sino al contrario, avanzó más que nunca en 10 años.
Recientemente, se informó que Bacalar encabeza la lista de municipios con la mayor superficie deforestada de Quintana Roo.
El Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) informó que son 5 mil 049 hectáreas ejidales en Bacalar las desmontadas, principalmente, a causa de la agricultura extensiva e intensiva. Eso en 15 años, de 2003 a 2018.
PODRÍA INTERESARTE: Juez de EU ordena suspender devolución de familias migrantes en frontera sur
Avanza deforestación en Quintana Roo, pese a pandemia
A Bacalar le sigue Othón P. Blanco, con 24 mil 451 hectáreas. Siguen Felipe Carrillo Puerto (13,401), Lázaro Cárdenas (6,016), Benito Juárez (5,979), José María Morelos (4,488), Solidaridad (4,457), Tulum (2,933), Puerto Morelos (1,808), Cozumel (1,352) e Isla Mujeres (881).
En total, la entidad perdió 194 mil hectáreas de selvas, advierten los autores.
“La pertinencia de este análisis recae en el reconocimiento de que la selva que cubre el estado de Quintana Roo forma parte de lo que se conoce como “Selva Maya”, uno de los sistemas ecológicos de mayor importancia a nivel global; es el segundo macizo de selva tropical más grande del continente americano, el cual alberga una extraordinaria diversidad biológica, con alrededor de 20 ecosistemas distintos y un gran número de especies endémicas.
No obstante, el enorme valor que tienen los ecosistemas de esta selva se encuentra fuertemente amenazado por la deforestación”, se lee en el estudio.