Permanecer horas en el sillón, en cama o sentado frente a una computadora, televisor o teléfono, aumenta hasta en un 80% las posibilidades de padecer cáncer, además de que se amplían los riesgos de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, así como obesidad y sobrepeso.
Estudios consultados por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO) demuestran que ponerse de pie y moverse cada 30 minutos (durante aproximadamente tres minutos), puede disminuir los impactos en la salud que provocan el permanecer sentado. Los expertos señalan que subir varios tramos de escaleras, hacer saltos o sentadillas o incluso dar tan solo 15 pasos durante estos mini descansos mejora el control del azúcar en la sangre.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en sus resultados del Módulo de Práctica Deportiva publicado en enero del 2021, el 61.1% de los mexicanos mayores de 18 años declaró ser inactivo físicamente. De este grupo, 71.7% alguna vez realizó práctica físico-deportiva mientras que 28.3% nunca ha realizado ejercicio físico. Por sexo, 43.8% de los hombres declaró realizar deporte o ejercicio físico en tiempo libre, en tanto que para las mujeres la proporción es de 34.4 puntos porcentuales.
En dicho contexto mexicano, destaca el vínculo que existe entre la escolaridad con la práctica de la actividad física: entre los mayores de edad que no concluyeron la educación básica sólo el 25.7% son activos; mientras que aquellos que tienen algún grado de educación superior la proporción alcanza 51.5 %. Entre las principales razones que dieron para no ejercitarse físicamente están la falta de tiempo (44.4%), problemas de salud (19%) y cansancio por el trabajo (15.4%).
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El sedentarismo, una práctica de alto riesgo
Por su parte, la organización canadiense The Sedentary Behaviour Research Network califica el comportamiento sedentario como cualquier estado de vigilia que se caracteriza por un gasto de energía casi nulo en una postura sentada, reclinada o acostada. Los comportamientos sedentarios comunes incluyen ver televisión, jugar videojuegos, usar la computadora, conducir automóviles y leer, al tiempo que advierte que un estudio en donde siguieron por 12 años a 17 mil adultos canadienses encontró que aquellos que pasaban la mayor parte del tiempo sentados tenían un 50% más de probabilidades de morir prematuramente, que aquellos que mantenían actividad física.
Aunado a ello y no obstante el grave impacto dañino a nivel físico, el sedentarismo también provoca depresión. Una investigación demostró que un aumento significativo en mirar televisión de forma pasiva y sedentaria podría aumentar el riesgo de sufrir este padecimiento de salud mental, por lo que la recomendación de mantenerse activos también está orientada a mantener la salud mental.
Ante dicho panorama, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció, desde 2010, recomendaciones mundiales sobre la actividad física para la salud que incluyen intervenciones para la prevención primaria de las enfermedades no transmisibles (ENT).
Las estimaciones, desde el 2012, indican que el incumplimiento de dichas recomendaciones de la OMS han llevado a más de 5 millones de muertes a escala mundial cada año, por enfermedades relacionadas al sedentarismo.