Durante 18 meses de pandemia, los ánimos de protesta e inconformidad por el represivo actuar del régimen chileno que vieron la luz en 2019 no decayeron, sino resurgieron, fortalecidosÔǪ y es que motivos, tienen.
De lo sucedido ayer en Chile, dos cosas hay que resaltar: la conmemoración de los dos años de las manifestaciones que exigían cambios para acabar con la desigualdad del país, y el inicio de las actividades de la Convención Constitucional, encargada de la redacción de la nueva Carta MagnaÔǪ un proceso precisamente impulsado por las protestas de octubre que luego logró canalizar por la vía institucional la rabia hacia un modelo sin bienestar por el que una mayoría de los 19 millones de chilenos pidieron un “nuevo pacto social”.
Para Elisa Loncon, académica mapuche y presidenta de dicha Convención, este órgano es un símbolo del éxito de la revuelta social. El actual documento, estela de la dictadura pinochetista, será sustituido por uno nuevo que será articulado por el cuerpo de 155 ciudadanos de diverso origen, siempre que los chilenos lo ratifiquen en un plebiscito el próximo año.
Al inicio de actividades antecedió un periodo de más de 100 días en los que se establecieron los reglamentos y líneas de acción para plantear los temas que serán incorporados en esta nueva legislación.
Para los chilenos, el paso de ayer es uno hacia la victoria. El llamado a las calles fue de conmemoración y “no olvido” dentro de un marco de gran estrés social (otra vez), principalmente por tres razones.
Chile está a 33 días de sus elecciones presidenciales; a la nación sudamericana no le han faltado manifestaciones populares, una de las más recientes, las que exigían la liberación de los presos políticos de octubre de hace dos años, un reclamo aún vigente; y el escándalo en el que el presidente Sebastián Piñera se ha visto envuelto tras la revelación de los llamados Pandora Papers.
Para los presos, los opositores exigen la aprobación de la Ley de Indulto General, bajo la cual podrían quedar en libertad más de mil 300 personas.
Video. Arrancan marchas y encontronazos en Chile
La figura presidencial, por su parte, cuenta hoy en día con 68% de la desaprobación popular y el mandatario multimillonario además enfrenta una acusación constitucional frente al Congreso por las actividades financieras que refiere el reportaje.
La revuelta de 2019, iniciada por estudiantes de secundaria que se manifestaron por el aumento del precio del Metro, dejó más de 30 muertos y acusaciones internacionales de violaciones de Derechos Humanos cometidas por el Gobierno, aunque en el Senado no tuvo éxito el reclamo nacional.