Las acuamotos operan sin control alguno en la Laguna de Bacalar, poniendo en riesgo la seguridad de los turistas y del ecosistema; ambientalistas y microempresarios piden a APIQROO nueva regulación.
El documento que rige la normatividad en el cuerpo de agua se llama Reglas de Operación de la Laguna de Bacalar y fue emitido en 2015.
Éste fue sometido a revisión y actualizado en agosto de 2017, sin embargo, aún no se termina, dejando rezagado el tema de regulación, ha denunciado la organización Bacalar Pueblo Mágico, conformada de pequeños empresarios que procuran el ecosistema de la región.
En la normativa vigente, en el Apartado 5, que versa sobre la navegación al interior de la laguna, se establece que toda embarcación o artefacto flotante que se encuentre en la Laguna, por solo ese hecho, quedará sujeto al cumplimiento de las leyes, reglamentos y disposiciones aplicables en materia de navegación, así como a la observancia de dichas Reglas y de aquellas disposiciones que la autoridad marítima expida conforme a las mismas.
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Exigen regulación de acuamotos en Bacalar
Y en el siguiente apartado, en el sexto, se señala que en la Laguna solo se permite la navegación a embarcaciones menores de recreo y deportivas, así como a las que presten servicio de transporte de pasajeros y de turismo náutico a terceros, que cuenten con el permiso correspondiente.
Es en el séptimo donde se indica que las motos acuáticas solo serán permitidas en las zonas 2 y 3, definidas exclusivamente para ello, para casos de seguridad, supervisión o emergencia, previo conocimiento y anuencia de la Capitanía de puerto.
“Esta última regla no está siendo cumplida, ya que las motos navegan libremente por toda la laguna sin que autoridad alguna se los impida o les señale las áreas correspondientes”, señala la organización.
Por todo ello, la organización exige regulación y detención de las actividades en acuamotos que actualmente se llevan a cabo en la laguna de Bacalar.
“Estamos a un mes de la temporada alta vacacional y seguimos esperando las nuevas reglas, mismas que son urgentes para la seguridad de los locales y los visitantes, así como la para la conservación y protección de nuestro frágil ecosistema”, señalan.