El programa federal de Sembrando Vida en Quintana Roo no ha conseguido sus objetivos, pues ha propiciado la deforestación en Quintana Roo, revelaron investigaciones.
Y es que, en una investigación del periodista Carlos Carabaya, se reveló que de 5 mil 142 parcelas de Sembrando Vida analizadas, al menos 2 mil 426 era área selvática.
O dicho de otro modo, los beneficiarios del programa federal han recibido dinero para tumbar la selva y plantar árboles maderables o frutales.
Las otras 2 mil 651 parcelas se encuentran en pastizales y zonas agrícolas, de acuerdo con el análisis realizado, en el que traslaparon las parcelas con el mapa de usos de suelo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En el análisis de la ubicación de las parcelas y fotografías de satélite se encontró que en al menos mil 032 de estos puntos “hay evidencia de deforestación y pérdida de cubierta forestal para poder ingresar y obrar en Sembrando Vida”.
Vale destacar que, aun con una pandemia encima, que frenó durante largos meses las actividades económicas no esenciales, Quintana Roo perdió más de 12 mil hectáreas de bosque primario el año pasado.
PODRÍA INTERESARTE: Detectan casos por intoxicación con plaguicidas
Ven fallas en sembrando vida
Lo anterior se desprende de los registros que lleva el Global Forest Watch de septiembre pasado.
El dato resulta alarmante porque se coloca como el año con la mayor deforestación en la última década.
Pese al alto que impuso el COVID en el mundo, especialmente sobre Quintana Roo, donde se paró el turismo y la construcción, las dos principales actividades económicas del estado, el desmonte no frenó, sino al contrario, avanzó más que nunca en 10 años.
Recientemente, se informó que Bacalar encabeza la lista de municipios con la mayor superficie deforestada de Quintana Roo.
El Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) informó que son 5 mil 049 hectáreas ejidales en Bacalar las desmontadas, principalmente, a causa de la agricultura extensiva e intensiva. Eso en 15 años, de 2003 a 2018.
A Bacalar le sigue Othón P. Blanco, con 24 mil 451 hectáreas. Siguen Felipe Carrillo Puerto (13,401), Lázaro Cárdenas (6,016), Benito Juárez (5,979), José María Morelos (4,488), Solidaridad (4,457), Tulum (2,933), Puerto Morelos (1,808), Cozumel (1,352) e Isla
Mujeres (881).
En total, la entidad perdió 194 mil hectáreas de selvas, advierten los autores.
“La pertinencia de este análisis recae en el reconocimiento de que la selva que cubre el estado de Quintana Roo forma parte de lo que se conoce como “Selva Maya”, uno de los sistemas ecológicos de mayor importancia a nivel global; es el segundo macizo de selva tropical más grande del continente americano, el cual alberga una extraordinaria diversidad biológica, con alrededor de 20 ecosistemas distintos y un gran número de especies endémicas. No obstante, el enorme valor que tienen los ecosistemas de esta selva se encuentra fuertemente amenazado por la deforestación”, se lee en el estudio.