La madrugada de ayer México recibió un cargamento de más de medio millón de vacunas de Pfizer y se espera que otros cuatro cargamentos del mismo biológico lleguen al país en los próximos días.
México suma, con las cifras publicadas por la Secretaría de Salud la noche de ayer, 175 millones 231 mil 365 dosis recibidas, de las cuales ha aplicado 132 millones 636 mil 811.
Dicho de otra manera, México tiene, en teoría, reservadas, guardadas, empeñadas, comprometidas o perdidas, lo que usted quiera, nada más 42 millones 594 mil 554 dosis.
¿Dónde están y por qué no se han aplicado?
Pfizer y J&J trabajan en vacunas contra variante Ómicron
Hace meses, cuando se hizo el recuento de las vacunas recibidas contra las aplicadas, se encontró una diferencia -o faltante- de casi 18 millones de dosis.
El Gobierno, es decir, la Secretaría de Salud, tardó varios días en aclarar que las dosis no estaban perdidas.
Según la dependencia, las vacunas se encontraban en bodegas que nunca exhibieron; que llegando los cargamentos se mandaban a esas bodegas para que la Cofepris autorizara su aplicación.
Una vez obtenida la autorización, se mandaban a los estados y ahí ya no era responsabilidad del Gobierno federal.
Dos o tres gobernadores refutaron la pretendida explicación con un argumento irrebatible: ningún estado tiene la capacidad de frío para almacenar las vacunas.
Los meses han transcurrido y ya no son 18 millones las dosis perdidas, guardadas o lo que sea, sino poco más de 42 millones y medio.
No sabíamos que México tenía refrigeradores capaces de mantener a -70 grados las vacunas; imagínese el tamaño de los refrigeradores o contenedores para guardar, por meses, esa cantidad de biológicos.
Hay versiones sin confirmar de que el Gobierno mexicano se ha convertido en el benefactor de Centroamérica y dona parte de esas vacunas a Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua y hasta a Cuba.
Si así fuera, no tendría por qué ocultarse tal nivel de altruismo o solidaridad.
Pero esa es especulación.
Lo cierto, lo real, es que el Gobierno de la transparencia se ha encargado de ocultar en donde guarda 42.5 millones de vacunas que hacen la diferencia entre la salud y la enfermedad, o entre la vida y la muerte, de millones de mexicanos sin vacunar o un esquema incompleto.
¿Hoy en la celebración habrá información sobre este asunto?
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En el arriesgado plan de rescate financiero de Pemex, la empresa productiva del Estado creó una filial para la comercialización nacional de petrolíferos, gas y petroquímicos.
De acuerdo con la paraestatal, el objetivo de la nueva filial “será fortalecer e incrementar la participación de Pemex en el mercado nacional”.
“Esta nueva empresa filial reportará de manera directa a la Dirección General de Petróleos Mexicanos, por lo que se constituirá como una filial directa y tendrá una orientación exclusiva a las ventas internas de productos petrolíferos, gas y petroquímicosÔÇÖÔÇÖ.
Quien será el responsable de esta empresa es el actual director de Finanzas, Alberto Velázquez García, y su lugar será ocupado por Antonio López Velarde, quien actualmente es subdirector de Administración de Riesgos y Aseguramiento de Pemex.
A ver.
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Cuando Carmen Aristegui cuestionó públicamente si el entonces presidente Felipe Calderón tomaba, todos los que ahora la crucifican le aplaudieron a rabiar.
Incluso el propio presidente López Obrador.
Hoy se cuestiona no la legalidad, sino la moralidad de los hijos del Presidente, y aquéllos que la encumbraron como paladín de la prensa no se han cansado de insultarle.
Incluso el propio presidente López Obrador.
Qué mal.