Sin optimismo, la delegación ucraniana acudió a la cita para las negociaciones que se llevarían en Bielorrusia, con miras a detener la guerra pero sin ceder “un solo palmo de su territorio”, como lo habría declarado el presidente Volodímir Zelenski el fin de semana.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, puso sobre la mesa viejas rencillas y exigió a Francia, actual jefe rotativo de la Unión Europea, el reconocimiento de la península de Crimea como parte del territorio ruso.
El mandatario subrayó, de forma paralela a la reunión con sus delegaciones, que la resolución del conflicto “era posible solo si los intereses de seguridad legítimos de Rusia eran tomados en cuenta sin condición”, según el Kremlin.
Mientras unos y otros hablaban, la segunda ciudad de Ucrania, Járkov, enfrentaba el asedio de los rusos. Ahí se produjeron enfrentamientos entre ambas fuerzas, y las autoridades locales dieron cuenta de al menos 11 civiles muertos en bombardeos rusos.
Las delegaciones de Moscú y Kiev estuvieron reunidas durante varias horas en la región de Gómel, en Bielorrusia, cerca de la frontera con Ucrania, y regresaron luego a sus capitales para consultas
“Las partes establecieron una serie de prioridades y cuestiones que requieren algunas decisiones”, señaló el jefe negociador ucraniano, Mikhailo Podoliak.
Al término de la reunión, ambas comisiones acordaron una segunda ronda de pláticas, con fecha por definir.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
Zelenski pide ingreso a la Unión Europea
El mismo día de las primeras negociaciones entre los protagonistas del conflicto, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió formalmente la adhesión de su país a la Unión Europea para ser admitido inmediatamente. “Los ucranianos han mostrado ser una parte inalienable de la comunidad europea. Ha llegado la hora de sellarlo en el papel”, declaró después el presidente de la Rada, Ruslán Stefanchuk.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
Síguenos en nuestras redes sociales ƒô▒ƒô▓