Por el momento se mantendrá el precio del kilogramo de tortilla con el mismo precio, debido a que los proveedores de harina de maíz han mantenido el precio de la tonelada, pero en cuanto haya algún tipo de incremento se verá si subir el precio de la tortilla o utilizar el maíz nixtamalizado para poder mantener los precios actuales, porque ya pagar la harina de maíz a los precios que quiere vender el proveedor será prácticamente imposible, aseguró el líder de los tortilleros, Julio Durán Sánchez.
Indicó que tuvieron reuniones con los proveedores de harina de maíz y al ver que el alza en los precios de la tonelada del producto, decidieron esperar un poco más para el posible incremento o para no hacerlo, toda vez que las afectaciones para los tortilleros serían grandes, pero a la vez también los proveedores se verían afectados por la falta de ventas que tendrían en esta parte del Estado de Quintana Roo y quizá, en toda la entidad.
“No se trata de perjudicar a los proveedores, se trata de que las cosas sean iguales para ambas partes, pero sobre todo beneficiar al comprador de tortillas quien es a final de cuentas el que paga el precio del kilogramo de tortilla y si ve que incrementa el precio en lapsos muy cortos, buscará otras alternativas y entonces nos afectamos todos”, subrayó.
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Se mantendrá el precio del kilogramo de tortilla
Durán Sánchez comentó que hace un par de semanas anunciaron que incrementaría el precio del precio del kilogramo de tortilla, pero derivado de las pláticas con los integrantes de la organización decidieron esperar al igual que hicieron con los proveedores, quienes de manera conjunta decidieron aguantar los precios que manejan actualmente que son de 22 pesos por kilogramo, aunque en algunas tortillerías se puede encontrar hasta en 24 pesos.
Lo cierto -dijo- es que tendrán que seguir trabajando porque la tortilla es un producto de primera necesidad y la gente a pesar de que la consume todos los días, también se fija en los precios y en la calidad del producto, no la compran nada más porque deben comprarla, sino que comparan precios y calidades y es en eso, en lo que los propietarios de tortillerías se enfocan desde hace algunos años, concluyó.
Carlos Sánchez Fabro
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