Pesca ilegal, competencia ilegal, falta de apoyos, subida del precio del combustible, cada vez menos producto en el mar, caso omiso a vedas y falta de atención gubernamental fueron algunas de las inconformidades que este lunes pescadores de la zona norte de Quintana Roo manifestaron a diputados federales.
Y es que los diputados Anahí González y Alberto Batún convocaron a una reunión con pescadores para hablar de los retos y oportunidades en el sector.
González no asistió. Y en el foro estuvo presente la diputada federal Carmen Bautista, la diputada local electa, Mildred Ávila, y Jorge Aguilar, en representación de la gobernadora electa, “Mara” Lezama.
Antes y durante el foro, pescadores manifestaron algunas quejas. Hace dos semanas, Carlos Canché prestó su lancha a unos conocidos, quienes pescaron producto ilegal y la Marina decomisó su unidad. Eso fue hace casi tres meses. No se niega a pagar la multa y hacer el papeleo necesario, pero no ha podido recuperar su lancha, cuenta, porque en las oficinas de la Conapesca no hay personal que lo atienda y no puede trasladarse a Mazatlán, Sinaloa, donde están las oficinas centrales, por falta de recursos.
Esa fue una de las quejas más recurrentes: la falta de representación de la Conapesca en Cancún y toda la zona norte.
“Solo hay dos personas en las oficinas de Cancún, pero son de vigilancia. Solo están ahí para decirte que nadie te puede atender”, expresó uno de los pescadores en el evento.
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Manifiestan problemas pescadores de QR
Al no contar con oficinas o personal, las solicitudes de permisos de pesca o de creación de cooperativas o de actualización de papeles se dificulta, contaron una y otra vez los asistentes.
“Hay en las oficinas centrales unas montañas de papeles apilados. Son 15 personas atendiendo todos los papeles del país. Se necesita hacer algo”, manifestó Ezequiel, quien pidió omitir su apellido, miembro de una cooperativa de Puerto Morelos.
Y si el trámite tarda o no encuentran atención, se ven obligados a la ilegalidad, a pescar furtivamente.
“Tenemos que trabajar, tenemos familia, tenemos que salir a pescar”, justificó otro.
Y la pesca ilegal se traduce en venta de producto más barato, lo cual desajusta los precios en el mercado formal, se quejó un líder de una cooperativa.
Por si no fuera suficiente, el precio del combustible con el que alimentan los motores de la lancha va en ascenso y se vuelve incosteable para los pescadores.
Batún y Bautista se comprometieron a atender las inconformidades y darles cauce.
Ricardo Hernández
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