La estructura lunar de 400 metros de altura giraría tres veces por minuto, generando una gravedad similar a la de la Tierra para sus habitantes

 

El interés por la Luna se ha reavivado recientemente, y Japón quiere formar parte de la diversión. Investigadores e ingenieros de la Universidad de Kioto y Kajima Corporation han publicado una propuesta conjunta con un enfoque triple para la vida humana sostenible en la Luna y más allá.

El futuro de la exploración espacial probablemente incluya estancias más largas en entornos de baja gravedad, ya sea en órbita o en la superficie de otro planeta. El problema es que las estancias prolongadas en el espacio pueden causar estragos en nuestra fisiología. Investigaciones recientes muestran que los astronautas pueden sufrir el equivalente a una década de pérdida ósea al pasar meses en el espacio y que sus huesos nunca vuelven a la normalidad. Afortunadamente, los investigadores de la Universidad de Kioto y la Corporación Kajima buscan diseñar una posible solución.

 

de las páginas de una novela de ciencia ficción. El plan consta de tres elementos distintos, el primero de los cuales, llamado “The Glass”, tiene como objetivo llevar la gravedad simulada a la Luna y Marte a través de la fuerza centrífuga.

La gravedad en la Luna y Marte es aproximadamente el 16,5% y el 37,9% de la de la Tierra, respectivamente. Lunar Glass y Mars Glass podrían cerrar esa brecha; son conos giratorios masivos que utilizarán la fuerza centrífuga para simular los efectos de la gravedad de la Tierra. Estos conos giratorios tendrían un radio aproximado de 100 metros y una altura de 400 metros, y completarían una rotación cada 20 segundos, creando una experiencia de 1g para quienes estén dentro (siendo 1g la gravedad en la Tierra). Los investigadores apuntan a la segunda mitad del siglo XXI para la construcción de Lunar Glass, lo que parece irrazonablemente optimista dada la aparente experiencia tecnológica necesaria para lograrlo.

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El segundo elemento del plan es el “complejo de bioma central” para “reubicar un ecosistema reducido en el espacio”, según el comunicado de prensa. El complejo del bioma central existiría dentro de la estructura Moon Glass/Mars Glass y es donde vivirían los exploradores humanos, según la propuesta. El elemento final de la propuesta es el “Hexagon Space Track”, o Hexatrack, una infraestructura de transporte de alta velocidad que podría conectar la Tierra, Marte y la Luna. Hexatrack requerirá al menos tres estaciones diferentes, una en la luna Fobos de Marte, una en la órbita de la Tierra y otra alrededor de la Luna (probablemente en la Lunar Gateway planeada por la NASA).

El viaje de regreso a la Luna está cada vez más cerca, mientras crece el interés por establecerse en Marte. Un obstáculo importante en el camino de la permanencia a largo plazo en estos cuerpos es la gravedad. La propuesta de la Universidad de Kyoto y la Corporación Kajima es emocionante y prometedora, pero no es algo que debamos esperar a corto plazo.