DAVID RICO

Diferentes organizaciones civiles e integrantes del Consejo Ciudadano por el Agua de Yucatán, demandaron que se apruebe una legislación federal que priorice el derecho humano al vital líquido, que proteja el derecho a la determinación de los pueblos en su territorio y proteja a la naturaleza del desarrollo voraz.

Como parte de la declaración del Festival por el Agua Sagrada en Yucatán, que se llevó a cabo en Mérida, señalaron que es una exigencia que se ponga freno al otorgamiento de grandes concesiones de agua para proyectos dañinos y contaminantes de los acuíferos de Yucatán.

“Demandamos planes y programas para revertir los problemas en las comunidades e invertir en ecotecnias que generen bienestar en las comunidades y subsanen la carencia de infraestructura básica en las poblaciones”, señalaron.

En la lectura del documento, manifestaron su rechazo a mega proyectos que están poniendo en riesgo la salud del ecosistema y, por ende, la salud y la vida de la población.

“No será posible llevar a cabo cambios significativos en el tema del agua, en tanto no cambie el modelo de gestión actual, que privilegia el interés privado sobre el interés público, por lo que demandamos a la LXV Legislatura del Congreso de la Unión a que aprueben la iniciativa Ciudadana consensuada en la Ley General de Aguas”, señalaron.

Buscan cuidar acuíferos de la Península de Yucatán

Señalaron que, durante las tres últimas décadas, la biodiversidad, clima y ubicación privilegiada de la Península de Yucatán han sido objeto de apropiación y depredación sin medida por parte de intereses empresariales, nacionales e internacionales, con la complicidad de los gobiernos en turno.

“El marcado enfoque mercantil de las políticas públicas que ha predominado desde hace muchos años, está poniendo cada vez más en riesgo el equilibrio de los ecosistemas y violentando los derechos humanos de la población: al agua, al medio ambiente sano, a la salud, a la libre determinación y a la participación en la toma de decisiones de los asuntos públicos”, se lee en el texto.

Agregaron que un asunto que preocupa es que, siendo Yucatán un territorio con suelo kárstico, es altamente vulnerable a la contaminación y a la sobre extracción, la expansión y proliferación de mega proyectos.

Bajo este contexto reconocieron la lucha de los pueblos originarios por defender el agua y sus territorios y exigieron a las autoridades de Yucatán frenar el modelo expansivo de crecimiento.